Los analgésicos son muy fáciles de conseguir y la mayoría de la gente los usa para tratar el dolor. Si los tomas de manera correcta, son seguros y eficaces. Pero si tomas demasiado de estos medicamentos, las consecuencias pueden ser graves.
Aquí hay 5 errores que puedes estar cometiendo con los analgésicos y qué podría pasar:
Tomas demasiados
Mucha gente cree que al duplicar la dosis, duplican la efectividad de las pastillas. Pero probablemente sólo aumentes las posibilidades de los efectos secundarios sin mayor alivio de dolor. Si duplicas o triplicas la dosis de cualquier analgésico y corres el riesgo de sentir nauseas, dolor de estómago, indigestión, salpullido o incluso daño al riñón.
Los tomas con demasiada frecuencia
Al menos de que te lo haya recetado un doctor, no deberías tomar analgésicos más de dos días al mes. Muchos analgésicos, si los tomas diario, aumentan tu riesgo de tener problemas de hígado o incluso puede causar muerte. También puede afectar la capa protectora en tu estómago e intestino. Así que si sufres de dolor crónico, será mejor que trates la causa.
Asumes que todos los analgésicos son iguales
El ingrediente activo en los analgésicos no es el mismo en todas las pastillas. Por ejemplo, el ibuprofeno funciona al disminuir los niveles de ciertas hormonas que causan inflamación, así que no te funcionarán para dolor de cabeza, pero funcionarán perfecto para artritis o hinchamiento.
Combinas analgésicos de farmacia con medicamentos de receta
Mucha gente no toma en consideración sus recetas médicas cuando compran medicamentos en la farmacia. Muchos medicamentos de receta, como la oxicodona, vicodina o percocet, también incluyen acetaminofeno. Así que si no pones atención a esto, puedes darte una sobredosis de esa sustancia.
Combinas diferentes medicamentos con tus analgésicos
La mayoría de la gente que toma analgésicos no considera cómo interactúan con otros medicamentos. Muchos medicamentos contienen los mismos componentes activos que los analgésicos aunque no sean específicamente para tratar el dolor.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.