Cuando empiezas a salir con alguien nuevo, una de las primeras preguntas que te hacen al respecto es “¿cuántos años tiene?” Si la diferencia es mínima, la conversación sigue. Pero luego hay muchas personas que se impactan cuando la diferencia es de 5 o hasta 10 años.
Después de llevar a cabo una encuesta a 3,000 hombres y mujeres, un estudio descubrió que hasta una diferencia de edades de 5 años resultó en una probabilidad del 18% mayor de divorcio en una relación a diferencia de aquellos que tenían la misma edad.
Según el estudio, 10 años de diferencia aumenta esta cifra a 39% y una diferencia de edades de 20 años lo sube a 95%. En comparación, una diferencia de edad con tu pareja de un año sólo aumenta la probabilidad de terminar en divorcio en un 3%.
Aunque el estudio admite que hay muchos otros factores que hay que considerar para las causas de la ruptura de una relación. Sus culturas, geografía, historial familiar, educación e ingresos, por ejemplo. Todo esto puede ayudar a predecir las probabilidades de divorcio mucho mejor que la diferencia de edad.
De hecho, tener hasta 20 años más que tu pareja a veces puede ser algo bueno. Esto puede brindar una oportunidad para que la persona más joven en la pareja aporte con vitalidad en la relación, equilibrado por la sabiduría que aportaría la persona mayor.
Así que además de que si te fijas y no dejas a un lado la diferencia de edades, entonces no debería de ser un problema en la relación. Si ambos se llevan bien, tienen una buena comunicación y capacidad de resolver problemas y se aman, eso es mucho más importante que la edad.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.