Las bromas más clásicas son las de la crema para afeitar en la mano, ponerle la mano de alguien dormido en un vaso de agua tibia y una de las más usadas: bajarle los pantalones al prójimo.

Aquí mira cómo la gente sigue abusando de esta broma que existe desde que se inventó el taparrabo.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.

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