Investigadores reclutaron a 550 personas, analizaron su consumo semanal de alcohol y midieron su desempeño con tareas para el cerebro en un lapso de 30 años. Luego llevaron a cabo resonancias magnéticas para analizar su estructura cerebral.
Descubrieron que la gente que bebía moderadamente (14 a 21 unidades de alcohol por semana) tenían tres veces la probabilidad de tener un deterioro en el lado derecho del hipocampo que aquellos que no beben nada. Esto es importante ya que esta parte del cerebro afecta la memoria y las capacidades de navegar en cualquier espacio. La atrofia aquí también es indicador de alzheimers.
Cada unidad contiene ocho gramos de alcohol, una bebida promedio contiene alrededor de 14 gramos de alcohol. Por lo tanto, 8 a 12 cervezas a la semana podrían ponerte en la categoría de riesgo.
Aquellos que bebían más, al menos unas 17 cervezas a la semana, mostraron mayor deterioro en esa parte del cerebro. Tenían casi seis veces la probabilidad de mostrar atrofia en el hipocampo que aquellos que no bebían.
Lo interesante es que no hay lazo entre el deterioro cerebral y los bebedores ligeros, mostrando que no existe un beneficio por beber sólo un poco.
Además, mientras más alcohol bebía la gente, más pobre la densidad de materia blanca, la parte necesaria para las funciones cognitivas del cerebro, y mayor su declinación en ciertas capacidades de lenguaje.
El alcohol y sus subproductos son tóxicos para las células nerviosas en tu cerebro y puede causar daños estructurales importantes en partes del cerebro como el hipocampo que se utilizan para funciones mentales diarios.
Esto indica que incluso si bebes dentro de lo recomendado, no más de dos bebidas al día, podrían contribuir a algunos problemas en el cerebro.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.