En un estudio reciente, investigadores observaron y analizaron a 48 mil hombres por un promedio de 10 años, algunos con gota, una forma dolorosa de artritis que suele afectar el dedo gordo del pie, y los demás sanos.
Descubrieron que aquellos con gota tenían una probabilidad del 31% mayor de padecer también de disfunción eréctil. Es más, los problemas con tu pene pueden surgir incluso antes de que se presenten los síntomas de la gota. Aquellos con gota tenían 63% mayor probabilidad de reportar disfunción eréctil en el año antes de que surgieran los síntomas de la gota.
Y dentro de los dos años del diagnóstico de la gota, el riesgo de padecer de disfunción eréctil aumentaba en un 77% que con aquellos que no tenían este problema articular.
La gota ocurre cuando demasiado ácido úrico se acumula en el cuerpo. Depósitos de este ácido se amasan en tus articulaciones, con frecuencia el dedo gordo del pie y puede ser tan doloroso que te saca del sueño.
Los resultados permanecían iguales incluso después de hacer ajustes por factores que podrían contribuir a la disfunción eréctil y la gota, como hábitos de fumador, alta índice de masa corporal y consumo de alcohol.
Aunque el estudio no pueda demostrar con certeza que una de estas condiciones causa la otra, hay unos mecanismos fisiológicos que los unen. Una teoría es que la acumulación de ácido úrico en el cuerpo puede afectar los vasos sanguíneos, posiblemente causando proliferación de los músculos lisos vasculares que ha sido relacionado con la acumulación de placa.
El problema para tu erección es que la acumulación de placa en los vasos sanguíneos puede afectar el flujo de sangre, un componente básico para conseguir una erección.
Aunque se requiere más evidencia para confirmar esta relación, los investigadores creen que sus descubrimientos pueden demostrar que problemas eréctiles pueden indicar algún problema subyacente como la gota antes de que los síntomas dolorosos se presenten. Así que ahí tienes otra razón para ir con el doctor si empiezas a tener problemas en la cama.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.