Más gente que nunca está sufriendo de algo a lo que se le conoce actualmente como “tech neck” (cuello tecnológico). Este término se usa para describir el dolor del cuello directamente atribuido a el uso de la tecnología.
Si lo dejas sin tratar, puede volverse un problema serio y podría causar dolor crónico en el cuello o incluso puede cambiar de manera permanente tu esqueleto.
Afortunadamente, no tienes que dejar de usar pantallas por el resto de tu vida. Con unos simples ejercicios que harás diario puedes combatir este problema grave que le estamos causando a nuestros cuellos.
¿Por qué lo adquirimos?
El cuerpo se adapta al estrés y el esfuerzo que ejercemos en él. Desde una perspectiva biológica, sabemos que estirar una parte del cuerpo por más de 20 minutos puede causar que esa parte pierda algo de flexibilidad y extensibilidad.
Estos períodos de mala postura prolongadas viendo la pantalla de nuestros celulares lentamente causa que nuestros cuellos se atoren en esta posición porque esos tejidos que están haciendo el esfuerzo pierden su flexibilidad. Esto puede causar una disfunción y mucho dolor.
¿Cómo remediarlo?
La mala noticia es que el tech neck te puede dejar con complicaciones serias y permanentes, la buena noticia es que hay algo que puedes hacer para aliviar e incluso revertir los síntomas.
Es posible que entrenes tu cuello a regresar a la postura que debe de tener naturalmente, el mismo que tenía antes de que supieras que los celulares existían.
Además de hacer un esfuerzo de evitar pasar tanto tiempo en tu celular, puedes intentar incluir estos simples ejercicios a tu rutina diaria. Es recomendado que hagas 10 repeticiones de cada uno al menos una vez al día:
Corrige la joroba
Encorvate como haces cuando estás en el celular, pero de manera exagerada, con tu hombros hacia adelante y el cuello doblado hacia delante también. Luego sobre corriges la postura, con los hombros hacia atrás y tu barbilla señalando hacia arriba.
Mete la brbilla
Mete la barbilla hacia en medio de tu cuello, como si estuvieras tratando de hacerte una doble papada. Luego lentamente regresa la barbilla al su punto neutro.
Estiramientos hacia arriba
De pie o sentado con la mirada hacia enfrente y con los hombros hacia abajo y atrás de tus orejas. Lentamente levanta los brazos sobre la cabeza, tratando de alcanzar el techo. Lentamente regresa los brazos a tus costados.
Retracciones escapulares
De pie o sentado, con los ojos hacia adelante y los hombros hacia abajo y atrás de las orejas. Sin dejar que se levanten tu hombros, aprieta los omóplatos atrás de ti y luego relaja.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.