Hablar sucio siempre se ve tan fácil en las películas, pero en práctica muchos han descubierto que no lo es tanto. Esto es una pena porque esta práctica puede ayudar a mejorar tu relación, al menos en su lado sexual. La excitación empieza en el cerebro, no los genitales, y hablar sucio ayuda a que te imagines las cosas que te excitan.
Si quieres hablar sucio con tu pareja, hay muchas formas de hacerlo sin sentirte raro:
No lo hagas si realmente no te interesa
No siempre es algo bueno hablar sucio, si no es algo que realmente quieres hacer o no sientes suficiente confianza, no va a ser divertido. Si va muy en contra de cómo eres, no lo hagas sólo porque sientes que debes.
Hablen primero sobre hablar sucio
Al igual que con cualquier cosa nueva que quieras introducir al sexo en tu relación, ya sea probar sexo anal por primera vez o usar juguetes, es buena idea que lo discutan juntos primero. Esto ayuda primero a establecer que es algo que a los dos les gusta. No vayas a decir algo que te tomen mal.
Lean un libro erótico juntos
Leyendo un libro erótico puede ayudar a que los dos empiecen a desarrollar un vocabulario más sucio con una base en lugar de sacar cosas del aire. Esto puede ayudar en particular si no sabes qué clase de cosas deberías de estar diciendo.
Calienta con mensajes primero
El juego previo y hablar sucio puede empezar desde antes de que ni se vean en persona. Empieza cuidadosamente con unos mensajes juguetones más que sucios. Una vez que se sientan los dos cómodos puedes ir subiendo la intensidad de los mensajes.
Hablen de algo que les haya gustado en el pasado
Hablen de qué les haya gustado en noches previas cuando están teniendo sexo o simplemente cosas que les excita del otro. Cosas como “me encantan los sonidos que haces cuando_____” o “me encanta cómo te ves cuando_____” o “me encanta cuando me tocas en_____.”
Haz observaciones en el momento
Si ya están teniendo sexo y tu pareja hace algo que particularmente te gusta, díselo en ese momento. Simplemente al notar cosas y decirlas ayuda mucho, cosas como su olor, su sabor o la manera en la que se está moviendo.
Usa todos tus sentidos para estas observaciones.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.