Cuando te enfermas de gripa, pareces esclavo de la caja de kleenex, pero no importa cuántos uses, no parece haber un fin a tus mocos.
Esta situación podría parecerte inofensivo, pero puede conllevar unos peligros inesperados el estarte sonando la nariz. Pues resulta que sonarte la nariz demasiado fuerte puede causar unos daños reales.
No te suenes la nariz agresivamente
Aunque sea increíblemente raro, han habido unos casos fuertes, incluyendo rupturas en el esófago y dolor de cabeza severo por aire que llega al cráneo. Aunque sea altamente improbable, también es posible perforar tu tímpano o fracturar la cavidad del ojo.
Hay casos que fueron reportados por complicaciones impactando individuos que estaban sanos, pero hay casos más extraños que tienen que ver con un problema subyacente proviniendo de una cirugía previa o trauma.
Si existe un defecto en el hueso que separa tu cerebro de la nariz, entonces sonarte con fuerza puede hacer que entre aire en estos espacios y puede resultar en problemas más serios, afectando la vista o el sistema nervioso central.
Es muy improbable que te hagas algún daño importante por sonarte, pero hay riesgos menos dramáticos y más comunes por los cuales deberías estar alerta. Si te suenas muy fuerte la nariz puedes rupturar pequeños vasos sanguíneos que resulta en que te sangre la nariz.
Suenate la nariz como los profesionales
Considerando tanto los riesgos raros como los comunes, es mejor que te dejes de sonar la nariz de manera tan agresiva. Intenta una forma más gentil como sonarte una fosa nasal a la vez para limitar la presión que podría causar cualquiera de estas complicaciones.
Descongestionantes orales o nasales pueden abrir el pasaje para poder drenar más eficientemente la nariz. Pero no deberías de usar el spray que va por la nariz más de tres días seguidos o podrías empeorar tus síntomas.
Otra opción para limpiar tu nariz es sin sonarte. Usa agua salda o una irrigación gentil para sacar los mocos de los pasajes respiratorios.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.