Las tasas de alcoholismo han estado subiendo mucho en los últimos años. Según un estudio reciente llevado a cabo por JAMA Psychiatry, alrededor del 27% de la gente mayor de los 18 ha bebido grandes cantidades en el último mes.
Conoces los efectos, te duele mucho la cabeza, quieres desayunar chatarra y subes de peso por ello. Aquí te platicamos un poco sobre cómo reconocer si tienes un problema con el trago.
Las señales
Primero fíjate si no hay historial de alcoholismo en tu familia. Si algún pariente sufre de cualquier tipo de adicción, es probable que corras el riesgo de desarrollar los mismos patrones.
Otras señales incluyen cancelar tus planes de salir al último minuto para quedarte bebiendo solo en casa. Esto es suficiente para que te preocupes al igual que si vas al bar por uno o dos o tres tragos para relajarte todos los días después del trabajo.
Si pasas varios días sin beber y sientes nauseas, te tiembla el cuerpo o te cuesta trabajo dormir, todas son señales de que tienes un problema de alcoholismo.
Si notas que tu manera de beber está afectando otras partes de tu vida, como el trabajo, tus estudios, tu relación con tu familia, etc, y sigues bebiendo sin embargo, es una mala señal.
Cómo reducir el consumo
Por suerte hay pasos que puedes tomar para ayudarte si tienes un problema con cuánto estás bebiendo. Se recomienda que limites tu consumo por dos bebidas por día (2 cervezas de 5%, como ejemplo, nada muy fuerte). Pero hasta eso puede ser demasiado, se descubrió también que cualquier excedente de 5 a 6 bebidas por semana aumenta la probabilidad de muerte prematura por cualquier causa.
Para disminuir tu consumo es importante que hagas algún plan concreto. Te propones un límite y no lo excedes y tomas responsabilidad por tus acciones y decisiones. Cuéntale a un amigo, intenta beber más lento y menos: una botella de cerveza en vez de un tarro, por ejemplo.
Si te encuentras incapaz de disminuir tu consumo, rompes tus promesas que te propones a ti o a tus amigos y descubres que el hábito sigue afectando tus relaciones, entonces quizá deberías de considerar acciones más serias.
¿Aún andas luchando?
Si de plano no logras controlar tus hábitos por tu cuenta y con la ayuda de tus amigos y familia, lo que deberías hacer es buscar ayuda profesional. Hay varios tipos de tratamiento, puedes ir a tratamiento en grupo, individual o rehabilitación en los casos más extremos
Si la idea de buscar atención profesional es demasiado para ti, puedes ir probando en los lugares donde puedes hablar de tus problemas anónimamente.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.