Ya sea que vas al trabajo, vas al gimnasio o estás simplemente esperando tu café, probablemente pases una gran porción del día de pie o caminando.
Todo este tiempo de pie puede hacer que sea imposible ignorar cuando tienes algún problema o alguna molestia en los pies.
El dolor del pie viene en muchas formas. Si te duele el talón o la planta del pie cuando estás de pie, podrías tener una planta fascia apretada.
La fascitis plantar es una inflamación de la planta fascia, un tejido que se extiende del talón hasta los dedos de los pies. Es una de las causas más comunes para dolor en los pies y tiene muchas causas.
Una de las posibles causas es el calzado. Zapatos planos de suela dura pueden contribuir al esfuerzo de la planta del pie cuando lleva peso. Pantorrillas, corvejones y los dedos gordos del pie también pueden atribuir a este tipo de dolor.
Todos los músculos en la cadena posterior están conectados cercanamente y pueden causar una reacción en cadena de tensión que se manifiesta en los talones y en la planta del pie.
Pero no te preocupes, hay varios métodos para aliviar este tipo de dolor en los pies. Elige entre uno de estos:
- Rueda sobre las plantas de tus pies: pon una bola de tenis (o hasta una botella de agua) debajo del arco de tus pies y rueda tu pie hacia atrás y adelante por 1 a 2 minutos por día.
- Usa un rodillo para tus pantorrillas: pon un rodillo de espuma debajo de tu pierna de abajo y pon tu peso sobre la pantorrilla levantando tus caderas del piso. Pasa 3 a 4 minutos rodando así en diferentes ángulos. Asegúrate de ir hasta arriba y abajo del músculo de la panza.
- Estira tu dedo gordo: intenta alinear tu dedo gordo verticalmente con una pared mientras mantienes el resto de la planta del pie en el piso. Dobla la rodilla e inclínate para estirar, manteniendo por 2 juegos de 3 de 30 segundos cada día.
- Cambia tus zapatos: usa plantillas en tus zapatos si es necesario. Alternamente, consigue zapatos nuevos de plano que te brinden mejor soporte al arco del pie.
- Fortalece tus caderas: al fortalecer las caderas, indirectamente mejoras la manera en la que caminas y reduces la tensión sobre la planta del pie.
Sonará como mucho, pero si combinas todos estos ejercicios, podrás olvidarte de ese horrible dolor en los pies por el resto del día.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.