Si te gusta mucho el café, pero no siempre tienes ganas de prepararte o conseguir uno realmente bueno. ¿Tenías idea de que si tu café no te sabe tan rico, un poco de sal puede hacerle un gran mejoramiento?
Los cinco principales sabores son el salado, dulce, ácido, amargo y umami y estos pueden interactuar. O sea que lo salado puede amplificar lo dulce al igual que mitigar lo amargo.
Si estás tomando un café que te tomaste tu tiempo en preparar y usaste unos granos de buena calidad, entonces probablemente no tengas que agregarle nada.
Uno de los placeres del café es que cuando es bueno, su amargura es justo lo que buscas, similar a la cerveza o el chocolate. Un poco de amargura es agradable cuando está equilibrado adecuadamente con algo dulce y un toque ácido. En general, es un placer complejo.
Pero cuando te encuentras con un café que de plano es muy amargo, ya sea porque no fue extraído correctamente o lo hiciste con un café de mala calidad, entonces la sal podría ayudarte con el sabor ahí.
Cada quien tiene sus gustos, especialmente en cuanto a sabores, así que es muy personal si decides agregarle sal o no a tu café, de la misma manera que hay gente que le pone azúcar y/o leche. Quizá no tengas gusto por lo salado en general, pero realmente sin importar cuánto te guste o no, necesitas agregar sólo un toquecito de sal a tu café.
Si le agregas .1 g de sal a 200 ml de un café mal hecho y muy amargo, te sabrá mejor, pero definitivamente notarás el sabor de la sal.
In his YouTube video, Hoffman tests the salt-in-coffee theory using an over-extracted coffee, which is coffee brewed with too fine of a ground for too long. When trying the coffee without salt, Hoffmann finds it harsh and “not great.” The coffee expert then puts .1 grams of salt in 200 milliliters of coffee, which he says is better but noticeably salty to him.
Pero habrá gente que preferirá un poco más que eso para mejorar el sabor de un café demasiado amargo.
Recomendamos que hagas una solución de 20% sal de mesa con el otro 80% de agua para poder medir mejor las porciones y que no se te pase la mano con la sal en tu café.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.