Existen tres clasificaciones para los tipos del cuerpo, se les conoce como somatipos. Aunque no son una categorización muy confiable para averiguar cómo entrenar porque es basado en una amplia categorización y la observación personal de William Sheldon, el profesor que propuso la clasificación.
Estas clasificaciones son:
- Ectomorfos: delgada, larga y les cuesta trabajo subir de peso.
- Endomorfos: tienen mucha grasa naturalmente y suben de peso fácilmente.
- Mesomorfos: atléticas y fuertes con la habilidad de crear músculo y quemar grasa casi sin esfuerzo.
Estas clasificaciones de somatotipos realmente no fueron creados pensando en fitness. Realmente tu tipo de cuerpo no tiene ninguna influencia que haya sido comprobado con su respuesta al entrenamiento.
Tu genética y antropometría indican mucho más que tu somatotipo sobre la facilidad con la que subas o bajes de peso, cuánto músculo puedes crear, qué tan fuerte te puedes hacer, etc.
También hay otros factores como el estilo de vida. Pero lo bueno es que sin importar tu genética, seguro tienes mucha oportunidad para cumplir con tus metas de fitness.
Sólo enfoca tu entrenamiento en tus metas, no te preocupes por tu tipo de cuerpo. No importa si tu cuerpo parece de ectomorfo, endomorfo, mesomorfo o alguna combinación de todas (cosa que es más común), con tal de que tu rutina esté adecuada para tu nivel y te rete y motive, puedes alcanzar tus metas.
Existen limitaciones a lo que puedes conseguir, pero aprenderás sobre tu cuerpo en el camino usándolo y practicando.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.