Correr es algo increíble, empezar es fácil y lo puedes hacer en todos lados. También hay mucha oportunidad para ser competitiva y lo único que realmente necesitas son unos tenis para correr.
Pero quizá más que con otras actividades físicas, correr también tiene el problema de que puedes llegar a una meseta de progreso. Esta tendencia de no progresar después de un rato no es por alguna falla en la actividad en sí, sino más por cómo la gente lo lleva a cabo. Correr siempre la misma ruta al mismo ritmo por semanas o meses hará que tu cuerpo se acostumbre y no crezca más.
Si quieres optimizar tu entrenamiento, maximizar tus resultados y evitar estancarte, tu rutina necesita variedad. Hay algo que se llama entrenamiento fartlek que puede ayudar con esto.
Significa jugar rápido en sueco, es una forma de entrenamiento de intervalos que alterna entre momentos de esfuerzo intenso y recuperación. Pero a diferencia de otros tipos de entrenamiento de intervalos, fartlek está conformado por una corrida más larga y contínua.
También tiene menos estructura, en vez de repetir el mismo intervalo de tiempo o distancia, puede que aceleres el ritmo esporádicamente a lo largo de tu corrida, o puedes basar tu fartlek por cuadras, monumentos, puntos de referencia geográficos o hasta música.
La idea es combinar periodos de corrida rápida con unos más lentos. Al hacer esto, obtendrás los mismos beneficios de un entrenamiento más tradicional.
Según estudios el fartlek puede mejorar la resistencia muscular y cardiovascular y la consciencia de corredor, con tal de que integres el ejercicio a tu plan de entrenamiento de manera inteligente.
Haz esto al menos una vez cada par de semanas como parte de tu rutina completa que puede incluir otros tipos de entrenamiento. Deberías de correr al menos 20 minutos, pero eso todo depende de tu nivel de fitness.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.