Cada vez que te aparece un brote de acné, seguro que te lanzas en una búsqueda frenética para descubrir qué lo está causando. Hay muchas razones por las que puedes tener acné en cualquier parte de tu cuerpo, pero déjanos contarte sobre un truco que puede darte pistas sobre su origen: ¡el mapeamiento facial!
Ojo, no te creas que el mapeamiento facial es una solución mágica, porque hay muy poca evidencia que lo respalde. Pero eso no significa que no pueda ser útil, ¿sabes? En realidad, es como una herramienta divertida y útil que puede darte una guía para investigar un poco más, aunque no debes tomarlo como un diagnóstico definitivo.
Si ves que te salen granitos en una misma zona de la cara, el mapeamiento facial puede ayudarte a indagar sobre tus hábitos de salud o estilo de vida. Eso sí, ten en cuenta que todavía se necesita más investigación para saber si realmente es válido.
¿Y cómo funciona este mapeamiento facial? Bueno, sigue leyendo que te lo contamos todo.
¿Qué significa la ubicación de tus brotes?
La frente y la nariz
¡Esa famosa “zona T“! Es el lugar típico donde aparecen los brotes. Muchas veces está relacionado con la grasa que producen las glándulas en esa zona.
Según la medicina tradicional china, la frente y la nariz están conectadas con el hígado y el sistema digestivo. Así que si ves granitos allí, fíjate en cuánta agua y alcohol has estado tomando, o si hay algún problema con tu hígado, que es el encargado de desintoxicar tu cuerpo.
Las cejas
Seguro que te has dado cuenta de que, después de arreglar tus cejas, a veces te salen brotes. Puede que sea por los productos que usas para el cuidado del cabello, o por maquillajes que no te sientan bien, o incluso por pelos enterrados, especialmente si te las depilas con pinzas o cera.
Pero claro, los brotes en las cejas también pueden tener otras causas. Por ejemplo, los que aparecen entre las cejas suelen estar relacionados con el estrés y la falta de sueño. Si no duermes bien, se desequilibran tus hormonas y se aumenta la producción de grasa en esa área. Por cierto, las cejas forman parte de la zona T, así que no sería extraño que haya un poco más de grasa cerca de ahí.
La línea del cabello
Si usas mucho gel o laca cerca de la línea del cabello, es posible que te salgan algunos granitos, especialmente si tu piel es sensible. También puede ser culpa de tu shampú o acondicionador.
Además, si haces ejercicio y sudas mucho, también podrías tener brotes de acné cerca de la línea del cabello. Por eso, intenta bañarte y lavarte el cabello justo después de entrenar, para evitar que el sudor cause problemas.
Ah, y al igual que en el resto de la frente, tu línea del cabello puede tener brotes por culpa del estrés o por no dormir bien. En ese caso, te recomendamos que intentes reducir el estrés y hagas ejercicios de meditación con más frecuencia.
El mentón y la línea de la mandíbula
Suele ser bastante común que te aparezcan granitos en el mentón y la línea de la mandíbula debido a desequilibrios hormonales. Si tus hormonas están alteradas, puede aumentar la inflamación en esa área y provocar más brotes. Esto puede ser especialmente frecuente si tienes síndrome de ovario poliquístico o si estás en la menopausia.
Si crees que tus hormonas están causando mucho acné, lo mejor es que hables con tu médico para que te aconseje sobre las opciones disponibles.
Las mejillas
Quizá te sorprenda, pero tu cara está en contacto con muchas superficies diferentes que pueden provocar brotes. ¿Cuándo fue la última vez que lavaste tus brochas de maquillaje? ¿Cada cuánto cambias la funda de tu almohada? ¿Cuántas veces has tocado tu cara con el teléfono hoy? Estas son solo algunas preguntas que pueden surgir al pensar en la cantidad de suciedad que se acumula en tu cara a diario.
Los brotes en las mejillas también pueden ser causados por problemas en el estómago, el hígado y el páncreas, o por órganos relacionados con la digestión. Si hay algún desequilibrio en tu sistema digestivo o en la microbiota intestinal, puedes tener granitos en las mejillas.
Esto podría ser una señal para que investigues tu dieta, veas si hay algún alimento al que seas sensible y también consideres si el uso prolongado de medicamentos puede estar alterando las bacterias saludables de tu intestino, como los antibióticos, que pueden afectar la salud intestinal.
En resumen, el mapeamiento facial definitivamente puede ayudarte a sacar teorías sobre qué está causando tu acné. Pero si no estás segura de la causa, siempre es mejor consultar con un dermatólogo. Programa una cita para que te pueda identificar adecuadamente el tipo de acné que tienes y te recomiende el mejor tratamiento. ¡Tú mereces tener una piel radiante y hermosa!
Publicado por Othón Vélez O’Brien.