Algunas personas, cuando tienen el apetito sano, sueñan con lo que van a cenar justo después de dar el último bocado a su almuerzo. Otros se sientan al final del día y se dan cuenta de que no han comido en absoluto.
Las comidas motivan a algunos y pasan completamente desapercibidas para otros. Qué tipo de persona eres depende en gran medida de tu apetito o de cuán seguido te da hambre. Lo creas o no, la fuerza de nuestro apetito tiene mucho que ver con nuestra genética. Según un estudio británico publicado en 2023, existe una fuerte correlación entre ambos, lo que puede influir en las fluctuaciones de peso más adelante en la vida.
Eso no significa que siempre tendrás hambre si tu genética dice que sí. Sí, está basado en la genética, pero nuestro apetito también depende de muchos otros factores ambientales. Puede que hayas tenido un día ocupado en el trabajo y hayas olvidado almorzar. O tal vez te encuentras comiendo muy poco después de la pérdida de un ser querido. Quizás simplemente estás lidiando con un resfriado común y la idea de tener que tragar algo por tu garganta irritada te hace sentir aún más enferma. Pero, ¿qué pasa si no has tenido hambre durante varios días seguidos? ¿Cuándo deberías empezar a preocuparte?
La pérdida regular del apetito podría ser una señal de que puedes tener una afección médica.
Algunas de las principales razones de la pérdida de apetito están relacionadas con enfermedades, como un resfriado o algunos problemas gastrointestinales. Dicho esto, ciertos medicamentos también pueden causar pérdida de apetito. Entonces, sólo para estar segura, infórmate sobre estas razones de la pérdida de apetito y luego determina si te puedes identificar con alguna de ellas lo suficiente como para que sea hora de visitar al médico. Y si todo parece estar bien, bueno, ¡aquí está tu próxima comida!
Causas de la Pérdida de Apetito
Resfriado Común/Infecciones
Como si estar enfermo no fuera suficiente.
Perder el apetito es común si tienes un resfriado. Es por eso que a veces pierdes peso cuando estás enfermo, simplemente no tienes ganas de comer. Tus glóbulos blancos liberan citoquinas que ayudan a combatir la infección, pero estos productos químicos también pueden causar pérdida de apetito.
De hecho, la pérdida de apetito podría ser un síntoma de la Covid-19. Las infecciones bacterianas como la neumonía y la faringitis estreptocócica también pueden provocar una disminución del apetito. Por supuesto, esto desaparece una vez que te recuperas.
Estrés y Ansiedad
A menudo escuchas sobre personas que “comen sus sentimientos” cuando están estresadas, pero a veces la ansiedad también puede hacerte perder el apetito.
Una razón es que el estrés hace que tu cuerpo libere una hormona llamada epinefrina, también conocida como adrenalina, que disminuye temporalmente el hambre, según la Harvard Health. Sin embargo, esta pérdida de apetito generalmente es de corta duración. El estrés persistente puede hacer que tu cuerpo libere cortisol, una hormona que aumenta el apetito.
Medicamentos
No es ningún secreto que los medicamentos vienen con una larga lista de posibles efectos secundarios. Los problemas gastrointestinales, como náuseas, dolor de estómago o diarrea, suelen aparecer en las etiquetas de advertencia de las recetas.
Y, como es de esperar, estos efectos secundarios pueden hacer que pierdas el apetito. Los narcóticos como la codeína y la morfina, así como algunos antibióticos, son comunes para disminuir el apetito.
Clima
Hay una razón por la que la mayoría de las personas anhelan alimentos más ligeros como ensaladas y frutas frescas en verano. De hecho, algunas personas pueden sentirse tentadas a saltarse las comidas por completo cuando suben las temperaturas.
Los ambientes calurosos pueden suprimir tu apetito, mientras que los ambientes fríos pueden aumentarlo.
Tu cuerpo produce calor cuando comes. Si las temperaturas son insoportablemente cálidas, sentirás menos ganas de comer y elevarás tu propia temperatura interna.
Elecciones Alimenticias
De hecho, si consumes la cantidad adecuada de dos nutrientes clave en cada comida, es posible que ni siquiera te dé hambre entre comidas. ¿Cuáles son esos nutrientes clave? Proteína y fibra.
Los expertos coinciden en que comer al menos 30 gramos de proteína y 10 gramos de fibra en cada comida te ayudará a saciarte y no comer en exceso durante una comida, manteniéndote lleno hasta la próxima, sea cuando sea.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.