
Indulgencia total sin salir de casa
Hay comidas que simplemente se sienten como un abrazo, y este risotto lo logra con cada bocado. Cremoso, reconfortante y con un toque decadente gracias al mascarpone, esta receta es perfecta para esos días en los que quieres consentirte o impresionar a alguien especial.
Ingredientes (2-3 porciones)
-
1 taza de arroz arborio
-
1 cucharada de mantequilla
-
1 cucharada de aceite de oliva
-
½ cebolla blanca picada finamente
-
1 diente de ajo picado
-
200 g de champiñones o portobellos en rebanadas
-
½ taza de vino blanco seco
-
3 tazas de caldo de verduras o de pollo, caliente
-
3 cucharadas de queso mascarpone
-
¼ taza de queso parmesano rallado
-
Sal y pimienta al gusto
- Unas ramitas de tomillo fresco (opcional)
Preparación
-
En una olla grande, calienta el aceite de oliva con la mantequilla. Sofríe la cebolla a fuego medio hasta que esté transparente. Agrega el ajo y los hongos, y cocina hasta que los hongos estén doraditos y hayan soltado su jugo.
-
Añade el arroz arborio y revuelve por un par de minutos hasta que esté ligeramente tostado.
-
Vierte el vino blanco y deja que se evapore el alcohol, moviendo constantemente.
-
Empieza a añadir el caldo caliente, una taza a la vez, esperando a que el arroz lo absorba antes de agregar más. Este proceso toma unos 20 minutos, y es importante no dejar de mover para lograr esa textura cremosa clásica del risotto.
-
Cuando el arroz esté cocido pero aún firme en el centro (al dente), incorpora el mascarpone y el parmesano. Mezcla bien hasta que todo esté perfectamente cremoso. Ajusta sal y pimienta al gusto.
-
Sirve caliente con un toque extra de parmesano y unas hojitas de tomillo si tienes a la mano.
Este platillo demuestra que no necesitas salir a un restaurante para darte un lujo culinario. Con ingredientes sencillos y un poco de paciencia, puedes convertir tu cocina en tu lugar favorito para apapacharte.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.