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Dejar de idealizar: amar en realidad, no en fantasía

Idealizar a tu pareja es fácil cuando estás enamorada: la ves sin defectos. Pero esa versión de “amor ideal” puede convertir una relación en una ilusión y alejarte de la conexión real.

¿Por qué idealizamos?

Según la psicóloga Sara González Juárez, la idealización implica exagerar virtudes y minimizar defectos, lo que genera expectativas poco realistas bloqueantes para el vínculo. Desde un punto de vista psicológico, esto puede ser una defensa emocional contra inseguridades o baja autoestima, como explica ACM Psicólogos.

Riesgos naturales de la idealización

  • Crea presión en la relación al esperar la perfección.

  • Genera decepción cuando la realidad choca con la ilusión.

  • Afecta tu bienestar emocional al ponerte en un pedestal inseguro.

Además, un artículo de El País señala que idealizar a alguien —especialmente en relaciones intensas sin compromiso— puede prolongar el dolor emocional y dificultar el cierre necesario para sanar.

Estrategias para amar sin fantasía

  1. Reconoce la distorsión: enumera cualidades y defectos reales, como recomienda Aela.es para fomentar una visión equilibrada.

  2. Reestructura las expectativas: usa la terapia cognitivo-conductual para ajustar creencias como “tiene que ser perfecto” (fuente).

  3. Comunicación sincera: habla con claridad sobre tus necesidades en lugar de esperar que él las asuma.

  4. Abraza la imperfección: el verdadero amor está en la aceptación, no en la aspiración constante.

En Caracteres hemos hablado de este tema en “Amar no es sanar a nadie (ni a ti misma)”, donde exploramos cómo el amor auténtico requiere aceptar personas, no proyectar esperanzas.

Publicado por Redacción.