Con un espectáculo atractivo, respaldado por una destacada ejecución, la Compañía Nacional de Danza (CND) abrió anoche con éxito la temporada XXXVII del célebre ballet “El lago de los cisnes” en la Isleta del Lago del Bosque de Chapultepec.
Al celebrar su 50 aniversario, la compañía, dirigida por Sylvie Reynaud, dio una muestra más del talento que le ha llevado a consolidar esta presentación como una de las piezas más apreciadas por el público, tanto por su calidad como por el escenario natural y único que tiene como sede.
Bajo una noche muy fría, comenzó la historia del príncipe Sigfrido, interpretado por Jesse Inglis, al encabezar la recepción organizada por su madre en el castillo para alentar la búsqueda de su consorte, pero sin encontrar la respuesta deseada.
Los bailarines, ataviados con un vistoso y colorido vestuario, interpretaron con elegancia cada movimiento y para dar mayor realce al ambiente, los jinetes y sus caballos, así como los bufones y demás integrantes recrearon la vida en el palacio.
Con la música del compositor ruso Piotr Ilich Tchaikovsky y la coreografía original de Lev Ivanov y Marius Petipa, la pieza continuó con el singular recorrido del príncipe por el lago, en compañía de sus amigos para salir a cazar y así adentrarse en la aventura.
En ese lugar, Sigfrido conoció a Odette (Lorena Kesseler) y al filo de la medianoche presenció el desencantamiento, luego del maleficio lanzado a la joven por el hechicero Von Rothbart, quien la transformó en un precioso cisne.
Ejecuciones realizadas con suma delicadeza por el cuerpo de baile, combinadas con la destacada interpretación de los solistas, recrearon con intensidad el romance entre Sigfrido y Odette en el centro del espectacular escenario.
Concentrados en cada escena, los asistentes siguieron los movimientos plenos de armonía de los bailarines para brindar en la mejor ocasión ovaciones y uno que otro gritó de aliento a los integrantes de la compañía.
La magia y el misterio se apoderó de la noche cuando el mago, en venganza, interpuso entre Sigfrido y Odette a Odile, el cisne negro (Ana Elisa Mena), para que el príncipe, confundido y engañado, olvidara los votos del primer amor.
Así, una vez más se evocó la sensualidad durante la aparición del cisne negro, en una exhibición de disciplina, esfuerzo y entrega acorde al proyecto que encabeza la emblemática agrupación dancística.
En su despertar, el joven príncipe terminó con el hechizo para emprender la lucha por el amor de la auténtica reina de los cisnes y juntos frenaron el poder del hechicero para quedar unidos por ese sentimiento sublime y superior, reflejado en una bella demostración de ballet clásico.
Los arreglos coreográficos estuvieron a cargo de Laura Echeverría, Jorge Cano y Carlos López; el diseño de escenografía y vestuario correspondió a Antonio López y Víctor Flores, y como asesor teatral fungió José Solé.
La producción contó con la grabación de la Orquesta del Teatro de Bellas Artes, bajo la dirección musical de Fernando Lozano, y la narración de William Hiarmes.
Las funciones de “El lago de los cisnes”, obra que se estrenó en el Teatro Bolshoi de Moscú en 1877, están programadas del 1 al 17 de marzo (jueves a domingos) y del 20 al 31 de ese mes (miércoles a domingos).
Con esta temporada, la Compañía Nacional de Danza (CND), creada en 1963, celebra su 50 aniversario, trayectoria durante la cual han presentado un amplio repertorio que ha trascendido las fronteras, al igual que el talento de sus integrantes, quienes han sido reconocidos en diferentes recintos nacionales e internacionales.
México, 2 Mar. (Notimex)