El Museo del Prado de Madrid presentó hoy la muestra “Juan Fernández El Labrador. Naturalezas muertas”, primera muestra monográfica dedicada a uno de los pintores de bodegones más exquisitos de la Europa del siglo XVII.
Esta especialidad consiste en obras de arte que representan objetos extraídos de la vida cotidiana, que pueden ser naturales (animales, frutas, flores, comida, plantas) o hechos por el hombre (utensilios de cocina, de mesa o de casa, antigüedades, libros, joyas, monedas) en un espacio determinado.
El despliegue de cuadros presenta la obra de un singular maestro de la pintura del Siglo de Oro español.
Un artista, Juan Fernández, casi desconocido, ya que apenas se tienen noticias de su vida y procedencia, pero que disfrutó de notoriedad entre los entendidos de su tiempo por sus personales representaciones de flores y frutas.
De origen extremeño, suroeste de España y de principio campesino, de ahí su apodo “El Labrador”, Juan Fernández se formó en Madrid en el entorno de un noble romano de la época y pintor aficionado llamado Giovanni Crescenzi.
Tras disfrutar de la protección de éste, Fernández contó entre sus clientes con personalidades como Carlos I, rey del Reino Unido, quien recibió algunos de sus cuadros, Ana de Austria, reina de Francia y otros prestigiados coleccionistas.
Esto le proporcionó reconocimiento en algunas cortes europeas en una época en la que se desconocía el trabajo de los artistas españoles.
El éxito de “El Labrador” se basó en una gran precisión al pintar elementos humildes envueltos en una atmósfera de acusado claroscuro.
Gabriele Finaldi, director adjunto del Museo de Conservación del Museo del Prado dijo que esta muestra tiene una “sensibilidad enorme” en un momento “denso y rico” del bodegón.
“Sus trabajos con las uvas, el tema favorito del artista tienen un lenguaje naturalista de principios de siglo brillante que significó presentar las cosas de forma convincente de cara al ojo humano”, sostuvo.
El comisario de la muestra, Ángel Aterrido, especialista en pintura española del Siglo de Oro, aseveró que “El Labrador” eliminó las “referencias espaciales y el aire enigmático” pero que “gracias a su juego visual los nobles españoles e ingleses le apreciaron”.
“Fue uno de los artistas más enigmáticos del barroco español, creador de raras visiones de la naturaleza, aunque considerado peculiar entre sus compañeros de profesión”, abundó.
Aterrido destacó asimismo que Juan Fernández mantuvo siempre el “misterio y la visión” de “lo naturalista” como “punto de sofisticación” y que fue un artista “atractivo, inigualable y único” en Europa.
Esta exhibición se trata de la primera ocasión en la que se reúne casi la totalidad de la escasa producción del autor y será una oportunidad para disfrutar de obras que nunca o en muy raras ocasiones se habían expuesto en España.
Se podrá presenciar en la pinacoteca de la capital del 12 de marzo al 16 de junio.
Madrid, 11 Mar. (Notimex)