La estomatóloga Eduwiges Araceli Guevara Carmona dijo que la herencia juega un papel fundamental en el apiñonamiento dental (nombre médico de los dientes chuecos), pero puede ser adquirido con hábitos desarrollados desde la lactancia como el uso excesivo de chupones y biberones.
La experta adscrita a la Unidad de Medicina Familiar 88 del IMSS en Jalisco indicó que tener dientes chuecos es un problema que no sólo se traduce en dificultad en la masticación o en el habla, sino que repercute en la autoestima de quien presenta esta alteración, sobre todo durante la infancia y adolescencia.
Comentó que hay dos fases muy marcadas en torno al apiñonamiento dental, una es en niños de siete a 12 años y la otra de 18 a 22 años, “y es la costumbre de llevarse objetos a la boca como chupones, biberones, juguetes, plumas, siendo de hecho este tipo de hábitos, uno de los principales precursores de esta alteración”.
Explicó que en el caso de los pequeños, el apiñonamiento suele empeorar durante el proceso de sustitución de piezas de leche por dientes permanentes.
Detalló que hay doble dentición, y por lo mismo las molestias para hablar y para comer se incrementan, así como la fisonomía facial, esto es especialmente frecuente en niños que llegan hasta los tres años y aún usan biberón o chupón.
Precisó que en adolescentes, aquellos que gustan de morder plumas, lápices, clips, llaves y hasta los aros integrados a las latas que sirven para abrirlas, suelen también provocarse apiñonamiento dental y con él, incrementar el riesgo a desarrollar caries y gingivitis, entre las afecciones más frecuentes.
“Si, además, se añade que a esta edad ya algunos empezaron a fumar, la halitosis o mal aliento es otro problema que presentan”, apuntó.
Afirmó que en el IMSS existe un programa de atención buco-dental que involucra la atención desde la etapa de lactancia, y luego, a los tres años, se adiestra a los niños sobre el adecuado cepillado dental para tener una mejor salud bucal.
Manifestó que esta atención se otorga en unidades de medicina familiar y en guarderías, y se refuerza dos veces al año en las llamadas semanas de salud bucal.
Aconsejó la visita al estomatólogo al menos dos veces al año y desechar los malos hábitos, como morder objetos que dañan los dientes.
Exhortó a los padres de familia a estar atentos ante un evento conocido como bruxismo, caracterizado por el rechinido de dientes durante el sueño, muy común en la infancia, porque esto también facilita el apiñonamiento dental.
Guadalajara, 17 Mar. (Notimex)