El Papa Francisco sorprendió hoy a un grupo de cardenales y obispos de diversas partes del mundo con un estilo informal, sosteniendo con ellos un diálogo franco y cambiando los planes establecidos desde el anterior pontificado.
A las 11:30 horas locales (09:30 GMT), el líder católico recibió en audiencia a los miembros del XIII Consejo Ordinario de la Secretaría General del Sínodo de los Obispos, en la Sala del Consistorio del Palacio Apostólico del Vaticano.
Aunque tenía preparado un discurso, que ya había sido distribuido en la sala de prensa de la Santa Sede, Jorge Mario Bergoglio prefirió no leerlo y más bien pronunció unas palabras improvisadas, con las cuales cambió varias cosas previstas.
Anunció que no publicará, al menos por ahora, una exhortación apostólica post-sinodal ya calendarizada, porque se trata de un documento papal producto de la última asamblea del Sínodo de los Obispos que se dedicó al tema de la nueva evangelización.
También confirmó que pronto será publicada una encíclica sobre el tema de la fe, un documento que había comenzado el Papa Benedicto XVI y él la concluirá.
“Existe un problema, ahora debe salir una encíclica, a cuatro manos según dicen, esa exhortación quedará en segundo plano”, dijo, en italiano.
“La comenzó el Papa Benedicto, me la entregó, se trata de un documento fuerte, yo ahí diré que recibí ese gran trabajo: lo hizo él y yo lo llevaré adelante”, agregó.
Con esas palabras prácticamente contradijo al portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, quien hace unos días rechazó tajante que se trate de un documento “a cuatro manos”, aunque confirmó que el nuevo pontífice iba a retomar lo ya avanzado.
Y continuó: “después, pensé que el año de la fe terminará sin un buen documento que pueda ayudarnos. Pensé hacer una exhortación en general y poner dentro las cosas del sínodo. Me gustó la idea y seguiré por ese camino”.
“Escribí algo ya, y en agosto la casa será tranquila y podré hacer algo, seguir adelante. Por esto no respondí a las preguntas del boceto (de la exhortación apostólica) que me mandaron”, se justificó el Papa.
Luego de estas explicaciones pidió que los presentes hagan sus aportaciones y, uno por uno, fueron tomando la palabra para comentar.
Al final el Papa tomó de nuevo la palabra para responder a algunas de las propuestas y anunció que ampliará el consejo de ocho “sabios”, los cardenales que ya lo están auxiliando para la reforma de la Curia Romana.
“Son ocho, pero falta uno, porque nuestros amigos (católicos) orientales se enojaron un poco”, dijo bromeando el pontífice, en medio de una risa generalizada.
Ciudad del Vaticano, 13 Jun (Notimex).