Me desperté como a las 8 AM y estaba lloviendo, me preocupé y mande un mensaje: “Nicole ¿qué hacemos si sigue la lluvia?”. Nos habíamos quedado de ver a las 10 AM en su casa para irnos a correr al Sope. Media hora después recibí un mensaje “Ya no está lloviendo ¡wii!”.
Llegamos como a las 10:10 AM, algo genial del lugar es que no te tienes que preocupar por estacionarte, hay suficientes lugares y además no cuesta nada.
Entramos por la puerta de Las Ninfas y comenzamos nuestro recorrido. Quedamos que daríamos tres vueltas y nos encontraríamos de nuevo en donde inicia la pista. Desde el principio yo me adelanté porque como mi compañera lo admitió, ella corre como abuelita. Tuve el presentimiento que en la última vuelta la alcanzaría de nuevo para terminar la tercera vuelta juntos. Eso fue justo lo que pasó y me sentí orgulloso por ser tan buen vidente. Ella seguía insistiendo que yo di cuatro vueltas y no tres, no la pude convencer de lo contrario.
El Sope tiene dos pistas una de 1.96 KM y otra de 870 M. Hay una recta de 100 M para practicar velocidad y algunos aparatos para estirar y hacer un poco de ejercicio. Se encuentra en la segunda sección del Bosque de Chapultepec y abre de las 5 de la mañana hasta las 7:30 PM. Así que si quieren salir a correr y viven por la zona es un lugar extremadamente recomendable, como dijo Nicole “Correr con más gente te entusiasma” y es mucho mejor que correr en una caminadora.
Desde que llegamos amenazaba con llover y mientras corríamos empezó a hacerlo. No llovió muy fuerte, más bien fue perfecto para refrescar en lugar de irritar, pero estoy seguro de que aunque hubiese caído una tormenta muchos de los corredores hubieran seguido como si nada.
Los dejo con un chiste que se me ocurrió en lo que escribía la nota. Aunque probablemente no sea el primero en pensarlo.
-Oye, hueles a sope.
-¡Sí! ¿cómo supiste que fui a correr ahí?