Recuerda al personaje de manga Astroboy. Se llama Kirobo, mide 34 centímetros y no supera el kilo de peso. Sin embargo, la misión de este robot no es la de luchar contra el crimen con sus cohetes y visión de rayos X, como hace el personaje de animación, sino viajar a la Estación Espacial Internacional (ISS) para hacer compañía al astronauta japonés Koichi Wakata. Será incapaz de sentir empatía por su compatriota, pero al menos podrá charlar con él.
“Puede parece un pequeño paso, pero para un robot es una enorme zancada”, afirma el propio robot con voz electrónica. Con sus botas rojas y su carcasa blanca y negra, respondió preguntas a los periodistas como si de una escena de Star Wars se tratara. “Kirobo será capaz de recordar la cara de Wakata para que cuando se encuentren puedan reconocerse”, comenta su creador, Tomotaka Takahasi.
Pero su función no será únicamente entretener al astronauta. Kirobo tendrá el rol de enviar mensajes desde la sala de control y, junto a su gemelo Mirata, en la Tierra, comprobar que todo funciona correctamente.
Está previsto que llegue a la ISS en agosto, en lo que supondrá el primer viaje de un androide a la estación. A finales de 2013, su compañero Koichi Wakata llegará a la estación para convertirse en el primer comandante japonés de la misión.
El primer androide espacial no será, ni mucho menos, el último. Su creador confía en que en los próximos años pueda desarrollar robots mucho más pequeños y manejables que incluso cabrán en el bolsillo de los astronautas como si fueran un ‘smartphone’. “Gracias a esto estamos mucho más cerca de poder desarrollar un robot simbiótico”, concluye Takahasi refiriéndose a la construcción de un robot con una fisonomía mucho más parecida a la del ser humano.
El Mundo es, 27 Junio 2013.