Para la escritora y periodista mexicana Elena Poniatowska, las 23 plumas chicanas que dan vida al poemario “Cantar de espejos”, demuestran que la frontera es un río inagotable de creativos, de voces que todo lo resisten y de defensas indelebles.
Al participar en la presentación de dicha publicación, realizada anoche en el Centro de Creación Literaria “Xavier Villaurrutia”, la autora de “La noche de Tlatelolco” expuso que en sus textos, las poetas chicanas destacaron a los muertos y crearon, con su grito, una nueva voz que estremece.
Lo anterior, dijo, a través de un lenguaje único que zumba en los oídos y que lleva dentro la fuerza de un México que ya no existe, “pero que ellas conservan como una herida que no quiere cerrar o como un rencor que alimentan con sus palabras”.
“Facundo Cabral antes de que lo asesinaran en 2011, en una calle de Guatemala, solía cantar: No soy de aquí, ni soy de allá, pero las chicanas afirman que son de aquí, de México, y de allá, de San Francisco, Santa Cruz, Chicago, San Antonio, Florida y Alburquerque, así como de Los Ángeles, Chihuahua y Veracruz”, manifestó.
Sostuvo, además, que las 23 poetas chicanas escriben desde el tambor interno de ambas tierras, “desde su corazón que late en los dos lados del río, desde los sollozos de la Llorona y desde los ´cantinflismos´ de Mario Moreno”.
“Sin la paciencia y la devoción de Claire Joysmith, editora de “Cantar de espejos”, probablemente no tendríamos el conocimiento de la literatura chicana de las mujeres que hoy disfrutamos. Ella se dedicó a traducirlas y a darlas a conocer”, reconoció Poniatowska.
En su oportunidad, Joysmith señaló que el proyecto del libro se llevó bastante tiempo, y que surgió a partir de una de sus alumnas chicana; “de ellas como estudiante son de las que más se aprende”, anotó.
“Esa alumna estaba interesada en que le dirigiera su tesis, así que empecé a leer su trabajo, y me interesó mucho. Luego, la filósofa cultural chicana Gloria Anzaldua estuvo en México, y nadie se enteró que estaba aquí, en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM); la fui a ver y me encantó tanto que la entreviste”, compartió.
La investigación, detalló, comenzó a partir de preguntas como ¿Por qué no se lee en México? y ¿Por qué se rechaza la literatura de chicanos y chicanas?.
“Cantar de espejos”, cuyos textos abarcan desde la década de los 60 hasta el siglo XXI, se construye a partir de historias y vivencias en conflicto, ya que no sólo trata de exponer experiencias de quienes han cruzado la frontera, sino de entender a quienes cruzaron la frontera.
México, 6 Sep. (Notimex).