Uno de los mayores placeres veraniegos es aplacar el calor con una buena cervecita, la bebida alcohólica que más calma la sed. Esto se debe a que su principal componente es el agua, que representa el 93 por ciento del peso total del producto. Sin duda, también fomenta la sensación de frescor la temperatura a la que debería servirse: entre 6 y 8 ºC.
La rubia posee además un efecto revitalizante por la presencia de malta y cebada, que aportan cerca de 1,4 g de proteínas y hasta 3 g de vitamina B por tercio.
Un reciente estudio, realizado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Facultad de Medicina de Granada, afirma que tras realizar ejercicio físico un consumo moderado de cerveza ayuda a rehidratarse correctamente, permite al organismo recuperarse más rápidamente y evita dolores musculares derivados de la actividad deportiva.
Fuente: Muy Interesante