Los Nueve Infiernos. La Historia del Mal
Segunda parte
¡Cuidado que viene el Coco! ¡Escóndete debajo de las sábanas que hay un monstruo debajo de la cama! Apaga la luz del pasillo y ¡CORRE, que te alcanza la mano negra emergente de la obscuridad! Ojos te vigilan detrás de la penumbra, la niebla esconde a la bestia, la noche tormentosa anuncia su presencia… No vayas niño, que detrás del matorral está el nahual. Algunos son enormes, otros tienen fieros dientes, los de allá son zoomorfos, los de acá parecen hombres comunes, estos vuelan, estos no, esos comen gente y a veces vomitan fuego; los monstruos son parte esencial de nuestra cultura. Desde la remota antigüedad, nuestros antepasados iniciaron las primeras páginas de un interminable imaginario donde estos seres monstruosos atentan contra el ser humano y el orden social. Continuando con esta subsección de Ecos del Pasado, Los Nueve Infiernos. La Historia del Mal aborda en esta ocasión al monstruo. Pero ¿qué es un monstruo? ¿Cómo definir algo meramente imaginativo y que varía de cultura en cultura y se ha ido reinventando a sí mismo a lo largo del tiempo y el espacio? Bien pues sin mayores pretensiones que las de crear un breve artículo como este, trataremos de responder lo más satisfactoriamente posible. Según Héctor Santiesteban el monstruo es aquello que se muestra, es un portento en parte fascinante y en parte temible, algunos psicoanalistas dirían que tiene cierto sentido de tabú; sin embargo cabe comenzar por el origen cultural de estos seres antaño cuando los humanos aprendimos a ser sedentarios. Gordon Childe muestra en su obra Los orígenes de la civilización lo difícil de ese proceso pues los primeros pobladores de aldeas agrícolas enfrentaron la vulnerabilidad ante las hordas nómadas que asaltaban sus cosechas, por ello fue necesario crear un sistema civilizatorio que permitiera el desarrollo de estos asentamientos dando paso a las primeras civilizaciones de la historia. De esta forma los hombres aprendimos que en el orden civilizatorio está nuestra supervivencia ante las amenazas exteriores: fenómenos naturales, pestes, enfermedades e invasores. La civilización es pues un regalo de los dioses, en toda mitología aparecen divinidades civilizatorias que enseñan al hombre grandes lecciones sobre la justicia, el Estado, los templos, la agricultura, sistemas de producción económico-administrativos, etc. Esto conlleva a comprender que el monstruo nació como parte explicativa y pedagógica sobre lo