“¿Dónde estaríamos sin las TED Talks?”, se pregunta Sam Hyde en su propia TED Talk. ¿Qué sería de los niños en África sin la brillante creatividad de la industria de conferencistas de TED y sus ideas listas para salvar al mundo y diseñar un futuro mejor?
Al parecer existe un enfado generalizado con la pretensión de las Conferencias de TED por lo que la infiltración del comediante Sam Hyde a un programa de TED organizado independientemente en la Universidad de Drexler ha sido vitoreada en Internet. Hyde les dijo que acababa de regresar de Mogadishu –famosamente “la ciudad más peligrosa del mundo”– donde había estado haciendo un reportaje y ayudando a la comunidad a limpiar la basura y ensenándoles a usar tecnología –y habían notado que limpiar los barrios hacía que bajara el crimen. Los organizadores pensaron que Hyde podía ser su estrella.
Hyde presentó una platica titulada “2070 cambio de paradigma” en la que hizo una extensa exposición de propuestas absurdas o completamente cliché, como una especie de suma en burla de las típicas propuestas que se escuchan en estas conferencias, en las que supuestamente se cambia al mundo con ideas novedosas. “Lo que me inspira es enseñarle a los refugiados africanos a programar Javascript. Lo que me inspira es poder usar trenes MagLev para llevar recursos a la Luna. Estos son los retos del mañana”. Una dosis sana de irreverencia que permite reflexionar sobre hasta qué punto hablar de las cosas bajo un aura de intelectualidad y ensueño transformador tiene efectos reales en el mundo… y en caso de TED sirve como espejo de autolisonja y autofelattio, para un circuito de conferencistas que supone que estar en TED y hablar de lo que han hecho es un gran logro.
Fuente: (Pijama Surf)