Miguel Herrera, quien recientemente ha tomando el mando del equipo tricolor , tiene como tarea específica clasificar a México al mundial de Brasil 2014. Ya de por sí la situación es complicada por el proceso eliminatorio que lo antecede y la poca paciencia ya probada de los directivos de la federación mexicana así como de los dueños de los equipos, motivos suficientes para que se centre al 100% en lograr el objetivo.
Se jugó la “Concachampions”, torneo que tiene como recompensa para el ganador la participación en el mundial de clubes y que así como muchos dejan de darle la importancia que merece, otros no, y ese es el caso del América.
Su afición soñaba con el mundial de clubes, y hasta con ganarlo, hoy los americanistas creen en todo, tienen a 10 en la primera lista del “Piojo”, ellos pueden con todo y contra todos… eso pensaban. Les bastaba solamente un empate frente al Alajualense, para seguir con la esperanza de alcanzar el tan anhelado viaje para disputar dicho mundial, pero no contaban con que los costarricenses llegarían tan motivados al mítico estadio Azteca, para arruinarle el “hasta pronto” al flamante nuevo timonel tricolor y de paso despertarlos del sueño, al vencerlos en su propia casa.
El futuro incierto de la selección ahí está, con el América siendo base o no, no debemos esperar que Miguel Herrera gane todos sus partidos y meta a México al mundial mágicamente como muchos esperaban lo hiciera Vucetich en su momento.
Esta por demás decir que el nivel de la liga no es el de Nueva Zelanda, que sin duda no es una selección potencia, pero que sabemos tiene un proceso de 8 años continuo, pues desde el 2005 no cambian de entrenador. Eso habla bien de una selección, deberíamos aprenderlo en México. Además asistió al último mundial en Sudáfrica 2010 y no será en lo absoluto un rival sencillo de vencer. Se debe tomar en serio.
Sin embargo, a pesar de todo lo que se diga sobre el breve periodo que tiene el estratega mexicano para preparar a sus “águilas verdes” y de los cuestionamientos sobre su novedosa convocatoria, él se muestra confiado y asegura que regresará de Nueva Zelanda con el boleto en mano.
Siendo sinceros es imposible que un director técnico, vigente campeón del futbol mexicano, perfilado a conseguir el bicampeonato y traído de emergencia a salvar el barco, llegue a una selección como la de México y con el ambiente que se vive a decir que tal vez no conseguirá el pase, o que ve lejana la posibilidad; sin duda que asegurará que cumplirá con el sueño de tantos mexicanos que aman la camiseta nacional y al futbol, así como el de los que nada más aman la presencia de México en el mundial por intereses propios… no, eso no pasa.
Se dio a conocer la lista para el juego amistoso ante Finlandia, en la que ya se anticipaba la presencia de mayoría americanistas, el regreso del ”Maza” que indudablemente no se encuentra en su mejor nivel y su muy probable aparición como capitán, seguramente dará de que hablar luego de su actuación en el cotejo de ayer ante el Alajualense de Costa Rica.
Seguramente Miguel Herrera pensó mucho cada uno de sus llamados, o por lo menos eso debemos creer, ya que en momentos tan decisivos y trascendentes como este que atraviesa México no hay tiempo para especular. Lo que está en juego no es poca cosa. Por un lado se entiende, porque viven su momento en el paraíso de la liga local, Herrera los conoce, sabe tratar con ellos y los resultados respaldan su trabajo. Son súper líderes y jugando muy bien, sí, pero ¿confiar así en ellos, y prácticamente pintar a las águilas de verde para decidir un momento tan crucial como este?, ¿qué pasará si no lo consiguen?, la memoria de corto plazo no nos dejará otra cosa más que ver a los verdugos nacionales cada fin de semana vestidos de amarillo nuevamente.
¿Quién será?, ¿quién jugará?, ¿quién dirigirá?, aquí todo es una incógnita, siempre.