Hasta el tres por ciento de la población en general padece hiperhidrosis, condición caracterizada por la producción excesiva de sudor, afirmó el experto en Medicina Interna del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco, Rubén Santoyo Ayala.

Indicó que la hiperhidrosis o sudoración excesiva, es un padecimiento que en la mayoría de los casos es de tipo primario, es decir sin que haya alguna condición específica como enfermedad, actividad física o incluso algún tratamiento farmacológico.

Destacó que al margen de las evidencias físicas de este trastorno en la sudoración, sobre todo a nivel de axilas, mejillas, manos y pies, existen evidencias de que quienes padecen hiperhidrosis tienen repercusiones a nivel emocional hasta en un 90 por ciento.

“Les avergüenza saludar de mano y exponerse por las marcas de sudor que aparecen en la ropa en la zona de las axilas, o en los pliegues de la región abdominal e incluso en los pliegues debajo de las glándulas mamarias en mujeres o en general en personas obesas”, señaló.

Advirtió que hasta en el 40 por ciento de los casos la hiperhidrosis es heredada y en el 95 por ciento de los casos esta afección interfiere en el desarrollo de las actividades cotidianas tanto sociales como laborales e, incluso, familiares del afectado porque redunda en baja autoestima, frustración e incluso depresión.

Detalló que una persona con hiperhidrosis puede perder de uno a 10 litros de sudor por hora, al margen de las condiciones climáticas o de estar o no realizando alguna actividad física, por lo que “muchos de ellos tienden a bañarse varias veces al día”.

Esta pérdida excesiva de sudor puede llevarlos a deshidratación en caso de no consumir líquidos lo cual es fundamental en ellos, “si en general la ingesta de agua promedio por día es de dos litros, en ellos podría ser de tres y hasta de cuatro litros para evitar una deshidratación y los riesgos que ésta conlleva”, dijo.

Explicó que si bien en el 90 por ciento de los casos la hiperhidrosis es primaria, hay quienes la desarrollan de manera secundaria a enfermedades, sobre todo infecciosas, como la tuberculosis, aunque también las afecciones tumorales tienen entre sus síntomas, la sudoración excesiva en especial durante la noche.

Agregó que la ingesta de ciertos fármacos como los utilizados para el control de la presión arterial, el dolor (analgésicos) y la inflamación (antiinflamatorios), pueden producir hiperhidrosis la cual sede en cuanto se suspende su consumo.

Sobre el tratamiento, el médico señaló que éste corresponde al dermatólogo quien tras identificar el origen de la afección, determinará el plan a seguir que, en la mayoría de los casos incluye uso de antitranspirantes.

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