Es sabido que Bélgica y Francia se pelean la condición de los creadores de las famosas papas fritas.
En ese sentido, la Unión Nacional de Friteros belgas (Navefri-Unafri) comenzó una campaña con el objetivo que la Unesco reconozca conceda a la popular comida (“frites”) bajo la distinción de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
“Las papas fritas son algo más que un producto, están presentes en toda Bélgica y son un símbolo de nuestra cultura fronteriza entre la influencia germánica y la latina”, declaró el presidente de Navefri-Unafri, Bernard Lefèvre.
En el marco de la celebración de la “Semana de la Frite” que se celebra estos días en tierras belgas, la agrupación de comerciantes comenzó una campaña en búsqueda de adhesión a su proyecto.
“En Bélgica hay tres regiones y tienen transferidas las competencias de Cultura, por lo tanto tenemos que conseguir que todas nos apoyen, ya que la UNESCO solo trabaja con naciones”, afirmó Lefèvre.
Según el presidente de la asociación, “hemos empezado por Flandes aprovechando ese evento culinario y ya estamos a la espera de que sus autoridades asuman el proyecto de candidatura que les hemos presentado”.
El respaldo flamenco facilitaría mucho la tramitación de esta iniciativa, “aunque creemos que no será muy larga gracias al éxito que hemos conseguido en esta primera convocatoria”, reconoció.
Según los datos de la organización, el 95 % de los belgas consume “frites” al menos una vez al año y dos tercios lo hacen de forma mensual.