Un acto amable puede ser contagioso.

Si todos en el mundo ayudáramos a una persona cada día, cada vez sería un mejor lugar el mundo.

Cada que alguien te ayude en algo o haga algo para alegrarte el día, deberías de tomar la responsabilidad para devolverle esa misma amabilidad a otra persona que encuentres que necesite ayuda, no importa qué tan gran gesto hagas, hasta las cosas más pequeñas pueden ser suficiente para cambiarle el día a una persona que no ha estado teniendo la mejor suerte del mundo.

En este video vemos ejemplificada las ideas de «Life Vest», una fundación caritativa cuya meta es darle poder al mundo y unirlo a través de la amabilidad.

En el video podemos ver un perfecto ejemplo de cómo tus buenas acciones terminan regresando a ti.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.