Este 2013 fue en muchos aspectos el año de la Universidad Nacional Autónoma de México dentro del futbol americano colegial, con las coronaciones de sus equipos Pumas CU, en la Conferencia de los Ocho Grandes, y Pumas Acatlán, en la Nacional.
La UNAM consiguió el sexto doblete en la historia de la Onefa y el segundo para la institución, y tras dos años de fracasos consecutivos en ambos conjuntos llegó la tercera oportunidad para enmendar el camino, la que aprovecharon.
Los Pumas CU habían caído en 2011 y 2012 en la final jugada en Monterrey ante los Auténticos Tigres, un equipo al que los auriazules no le ganaban en Monterrey desde 1966.
Durante el duelo que tuvieron este año en temporada regular los capitalinos estuvieron muy cerca de llevarse la victoria, pero todo cambió en los últimos instantes para que Tigres cerrara 30-27 a su favor, lo que les permitiría recibir toda la postemporada en casa.
Pumas y Tigres llegaron a la final, los primeros con ánimo de espantar los fantasmas y así fue, pues controlaron a los Auténticos y ganaron 28-16 para regresar el cetro que salió de su casa en 2010 cuando entonces ganaron de local al mismo conjunto regio.
Aunque Pumas CU no fue el mejor equipo de la campaña en términos de victorias, ya que concluyó 6-1, mientras que Tigres fue récord perfecto 7-0, los dirigidos por Raúl Rivera fueron mejores estadísticamente, incluso contra sus propios números de la campaña 2012.
A la ofensiva con un total de 412 puntos anotados, por solo 84 en contra para ser también la defensa que menos unidades recibió; el año pasado había promediado 250 puntos a favor por 109 recibidos, en la que había sido la campaña con mejor average, incluso cuando fueron campeones en el 2010 que fue de 338 y 115, de forma respectiva.
En gran medida esa solvencia ofensiva se debe a su quarterback de quinto año, Bruno Márquez, quien culminó la temporada regular con dos mil 15 yardas en 128 envíos, de los cuales 23 fueron para touchdown.
En cuanto a la Conferencia Nacional, el coach Enrique Zapata pudo darle el sexto campeonato a la institución, 10 años después de que se registrara el más reciente que habían obtenido los acatlecos.
Fue un trabajo más de paciencia que de táctica, el equipo ya había demostrado tener casta de campeón desde que Zapata asumió en 2011 la dirección de la plantilla, con dos finales perdidas que daban un sabor amargo y en los jóvenes había ese ánimo de olvidar el pasado y cambiar la historia.
Y así fue, Acatlán terminó invicto la temporada, fue la mejor ofensiva con 249 puntos a favor y la mejor defensiva con solo 73 recibidos en enfrentamientos únicamente en la conferencia.
En la final pudieron domar a unos Lobos UAdeC, equipo revelación de esta campaña y conocidos por haberle quitado a Pumas la final de 98 en la última jugada del partido en el estadio Perros Negros, sin embargo, ahora la historia fue diferente con un 45-38 en favor de los auriazules para dejar el campeonato en casa.
Así, 30 años después la UNAM conquistó por segunda ocasión los títulos de ambas conferencias de Categoría Mayor de Onefa, algo que no conseguían desde que los Cóndores de la UNAM y los Osos de la ENEP Acatlán hicieran el doblete en 1983, además de darle el banderín número 41 en la historia de la Universidad Nacional.