Como no podría ser de otra manera, en la dieta de la piña, la piña es el alimento principal. Se debe comer esta fruta en todas las comidas del día, ya sea en zumo, en rodajas, combinándola en una ensalada.
Es diurética por su alto contenido en fibra y agua, tiene propiedades saciantes, es un alimento desintoxicante, se le considera un alimento quema grasas y, además, es muy poco calórica. Por este motivo, hay tanta variedad de dietas basadas en esta fruta.
Las vitaminas que contiene la piña desintoxican y purifican el cuerpo dejándolo listo y preparado para perder peso. Una vez que comiences a perder peso, notarás los cambios muy rápidamente. Esto es debido a la gran cantidad de líquido que se pierde en esta dieta. Sin embargo, tanta pérdida de peso en tan tiempo tiene un inconveniente: es fácil de recuperar. Para evitar el efecto rebote debes hacer una buena fase de mantenimiento y no dejar de un día para otro la dieta.
Aquí te presentamos un menú básico, a partir de este puedes guiarte y modificarlo, siempre y cuando mantengas su esencia
Desayuno: 2 rodajas de piña y 1 rebanada de pan integral con pavo.
Media mañana: 1 yogur desnatado de piña.
Comida: ensalada tropical a base de piña, un filete de ternera a la plancha.
Merienda: 2 rodajas de piña.
Cena: pechuga de pollo con 100 g de verdura, 2 rodajas de piña.
La idea en esta dieta es adelgazar sin dejar de comer y manteniendo siempre un equilibrio energético adecuado para poder terminar la jornada laboral con fuerza y energía. Sin embargo, se trata de una dieta restrictiva e hipocalórica por lo que se pueden dar algunos desequilibrios nutricionales. Por este motivo, debe realizarse durante un corto periodo de tiempo. Lo ideal es que la dieta dure una semana para no dejar durante mucho más tiempo a nuestro organismo sin nutrientes que necesita.
Fuente: Nosotras