La caspa es la tercera enfermedad dermatológica más común que existe. Afecta por igual a hombres y mujeres y aparece especialmente durante los cambios de estación. A pesar de que se trata de una enfermedad tan común, son muchas las personas que sufren problemas psicológicos y sociales debido a su antiestética forma de presentarse y a la picazón que produce.
Pero, ¿de dónde sale la caspa?
En la piel vive un hongo conocido como Pytirosporum cuya principal función es alimentarse de los aceites grasos secretados por los folículos pilosos del cabello. El problema es que puede producir una respuesta alergénica que provoca a esas personas la descamación del cuero cabelludo. Las células que se descaman, a las que se denomina caspa, son las células muertas.
Dependiendo del tipo de descamación que se produzca nos enfrentamos a distintas variantes: cuando la descamación consiste en pequeñas escamas similares a motas de polvo un poco alargadas se trata de pitiriasis, si están un poco adheridas al cuero cabelludo es caspa y si tiene un tamaño algo mayor se trata de un síntoma de psoriasis.
Factores que aumentan la caspa
Aunque se trata de una respuesta alergénica a un elemento, la caspa puede verse agravada por una serie de factores entre los que destacan el cansancio y el estrés, los cambios de estación o clima, ciertos productos cosméticos para el cabello o sentirse deprimido.
En todo caso es importante recordar que la caspa no es contagoiosa puesto que ese hongo está presente también en el cuero cabelludo de las personas sin caspa, aunque en una proporción menor.
¿Cómo cuido mi cabello?
Lo primordial es identificar la causa de la producción de caspa ya que eso determinará cuál es el tratamiento más adecuado. Existen diversas posibilidades pero sin duda lo primero que hay que hacer cuando la caspa persiste es acudir al dermatólogo porque muchas veces el problema no se resuelve con cremas o shampoos sino que se agrava.
Así, si la causa es de origen micótico o causado por hongos, lo mejor es utilizar productos que contengan ketoconazol, un antifúngico que suele funcionar muy bien.
Cuando la causa es de origen alérgico, por psoriasis o seborrea es necesario consultar con el servicio de dermatología para que se realicen estudios complementarios y se recete el tratamiento apropiado.
Entre las cremas y shampoos disponibles en el mercado resaltan por supuesto los anticaspa porque humectan la piel. Hay que tener algo de paciencia con este tipo de productos puesto que sus resultados tardan unos días en verse. Otra opción es el shampoo que regulariza el pH del cuero cabelludo, con el que evitaremos su caída acelerada.
Se suelen recomendar asimismo los que contengan ketaconazol, zinc piritiona y sulfato de selenio. Si se trata de un caso especialmente grave el médico prescribirá shampoos más potentes a base de coaltar o aceite de cade.
Fuente: AEDV