Google ha pasado años analizando quién tiene éxito en la empresa, lo cual ha redirigido su atención lejos de los promedios académicos, escuelas de alta reputación y juegos mentales en las entrevistas.
Lazlo Bock, el jefe de operaciones de gente en Google, dijo detalladamente lo que la empresa busca y que no se trata de credenciales.
Los que se gradúan de las mejores escuelas no tienen humildad intelectual
Megan McArdle dijo recientemente que los escritores procrastinan porque sus calificaciones en redacción siempre fueron demasiado buenas. Los graduados exitosos jóvenes han aprendido que deben depender del talento, lo cual no les permite fallar con elegancia.
Google busca la habilidad de dar un paso hacia atrás y aceptar las ideas de otros cuando son mejores. “Es humildad intelectual, sin la humildad, serás incapaz de aprender,” dice Bock. “La gente inteligente y exitosa rara vez cometen fallas, entonces no aprender a aprender de sus errores.”
Estas personas tienen una reacción desafortunada, dice Bock: “En vez, cometen el error fundamental de atribución, el cual es ‘si algo bueno pasa, es porque soy un genio, si algo malo pasa, es porque alguien más es un idiot o porque no moví los recursos o el mercado.’ Lo que hemos visto es que la gente más exitosa, los que queremos contratar, tendrán una posición feroz. Discutirán como locos y defenderán su punto de vista hasta la muerte. Pero si les dices ‘aquí hay un nuevo hecho,’ responderán con ‘Oh, bueno, eso cambia las cosas, tienes razón.’
La gente exitosa sin terminar la carrera suelen ser los más excepcionales
Existe el talento en tantos lugares que los gerentes de contratación que dependen de unas pocas escuelas lo están usando como muleta y no están consiguiendo el máximo provecho.
“Cuando ves a la gente que no va a la escuela y triunfan en el mundo, esos son seres humanos excepcionales y deberíamos hacer todo lo posible para encontrar a esta clase de gente.”
Muchas escuelas no cumplen con lo que prometen, pero generan muchísima deuda a cambio de no aprender lo más útil. Es una “adolescencia extendida,” dice Bock.
La capacidad de aprender es más importante que el IQ
Triunfar en la escuela no siempre es indicación de que alguien es capaz de emprender un trabajo. Bock ha dicho previamente que la universidad puede ser un “ambiente artificial” que condiciona a la gente para una sola forma de pensar. El IQ es menos valioso que aprender mientras te mueves.
“Para cada trabajo, lo primero que buscamos es la habilidad cognitiva y no IQ. Es la capacidad de aprender, la capacidad de procesar información mientras esta uno activo, la capacidad de juntar pedazos de información sin sentido. Esto lo evaluamos usando entrevistas estructuradas de comportamiento que validamos para asegurar de que sean acertados.”
En una entrevista de comportamiento te pueden preguntar que cómo reaccionaste a un problema particularmente difícil en el pasado. También pueden ayudar a encontrar a gente que entran en la definición de la empresa del liderazgo. Se trata básicamente de la habilidad de ponerse de pie y ser el líder cuando sea necesario.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.