Al ser diagnosticados con diabetes, existen muchos pacientes que registran trastornos depresivos y pasan por un estado caracterizado por la negación de su situación.
La psiquiatra María Eugenia Torres Castillo, asegura que al principio, el paciente capta toda la información negativa y piensa invariablemente que se va a morir, lo que provoca un trastorno emocional que puede terminar en depresión. El diabético expresa que no se siente mal, que no puede estar enfermo, que los médicos están equivocados y que los estudios son erróneos.
Así mismo, añade que “la mayoría de las personas no están preparadas para aceptar que están enfermas y menos aún de un padecimiento crónico degenerativo como la diabetes”.
Al confirmarse la enfermedad, se vive una etapa de enojo y, en ese caso, el paciente busca justificantes, es decir, algo o alguien en quien depositar una culpa que no puede manejar.
Por ello es muy importante detectar esta etapa, ya que el diabético tendrá episodios de tristeza, llanto, desesperación, angustia, incluso de aislamiento de su propia familia porque se siente diferente a los demás.
La aceptación es el siguiente paso en el que la persona se informa sobre su padecimiento y se compromete con su salud, alimentación, medicación y estilo de vida diferente, para dar seguimiento a la resolución, la cual hará que a pesar de su enfermedad se sienta feliz.
Este proceso puede tener una duración de 2 a 6 meses, sin embargo, depende de cada persona y del apoyo familiar y médico que éste tenga.
“Lo más importante es detectar a tiempo una depresión que puede complicar más la enfermedad, pues está comprobado que los problemas emocionales pueden hacer que un paciente diabético no se controle médicamente”, añadió la especialista.
Por ello, es importante contar con ayuda psicológica, psiquiátrica –en caso de ser necesario-, así como del médico tratante y del círculo familiar es determinante en el diagnóstico y tratamiento exitoso de este mal.