Nietzsche escribió alguna vez que “toda conquista, todo avance en el campo del conocimiento tuvo por origen el valor”. Ahora, yo no soy para nada un gran filósofo, no soy ni uno pequeño para tal caso, pero lo que yo entiendo por esa frase es que; en primer lugar, el conocimiento no va a venir de la nada, hay que ser proactivos y abrir un libro, por ejemplo.

Al mismo tiempo, creo que el filósofo alemán quería dar a entender que hay que tener cierto nivel de valentía para querer aprender algo. Ya que cada vez que nos topamos con nuevos conocimientos, corremos el riesgo de que nuestros ideales más profundos se vean atentados por ideas diferentes. Es por eso que mucha gente no se quiere salir de su burbuja de conocimiento y no ve, lee, ni estudia nada que no le ayude a reafirmar sus creencias.

Si eso está mal o está bien no lo puedo decidir yo, ni realmente nadie. Simplemente se puede observar y aceptar. Pelear contra la realidad es tan inútil como pretender que estableciendo una política homofóbica los gays van a desaparecer, al final sólo se crea discordia.

Sin embargo, creo que existe una ventaja para las personas curiosas. Normalmente estas personas tienen preguntas que no se pueden responder, como: ¿Qué se sentiría ser un perro?, ¿las abejas sienten dolor?, ¿el Big Bang fue un accidente?, ¿realmente existió?, ¿existe un dios?, ¿es hombre, mujer o ninguna de las anteriores? ¿Hay un plan concreto para mi vida?, ¿el futuro se escribe día a día o ya está escrito y simplemente no lo puedo ver? Y entonces, ¿tengo libre albedrío?, ¿soy yo tan solo una máquina biológica respondiendo a estímulos?, ¿por qué soy consciente?, ¿qué es la conciencia?, ¿algún día los robots llegarán a ser conscientes? En fin, preguntas hay infinidad.

Mucha gente podrá ver todos estos cuestionamientos como una pérdida de tiempo. ¿De qué me sirve saber todo eso? Esa información no me traerá comida a la mesa. ¡Y tienen toda la razón! Puede que sea una pérdida completa de tiempo, pero el tratar de responder preguntas que sabemos no tienen respuesta nos lleva a los límites del conocimiento y nunca se sabe que se puede encontrar ahí.

¡Quitémonos el miedo a aprender! ¿Cómo? Paso a paso. Viendo esta serie de videos de TED Ed, por ejemplo, es una buena manera de empezar. El clip que les dejo trata de responder a la pregunta ¿Cuántos universos existen? Y aunque, por supuesto, no llegue a dar una respuesta concreta, sin duda enciende una chispa de curiosidad que, si se maneja bien, se puede convertir en una hoguera calientita de conocimiento.

Información de:

TED Ed