Con las prótesis volviéndose cada vez más comunes, de igual manera quedan sobrando conforme la gente va muriendo. Pero, ¿dónde terminan?
En el caso de implantes “inertes”, como implantes de seno de silicona o caderas artificiales, a menudo se entierran los cadáveres con ellos aún dentro. En el caso de la cremación, el silicona se quema, pero caderas de metal y cualquier cosa parecida normalmente se separan de las cenizas y se desechan. Otros metales podrán ser recolectados, como rellenos de oro, para dar un ejemplo.
“Después de que mueres, una pequeña parte de ti podría terminar formando parte de algo como un avión, una turbina o incluso otra persona,” escribe Frank Swain.
Marcapasos, desfibriladores cardiacos internos y otras prótesis con componentes electrónicos normalmente se quitan, en especial en el caso de cremación, ya que contienen pilas que podrían explotar. Un estudio en 2002 muestra que en la mitad de los crematorios en el Reino Unido se experimentan explosiones de este tipo.
Actualmente existen reglas contra reusar muchos tipos de prótesis, como marcapasos. Pero estos dispositivos cuestan mucho. Algunos en el mundo en desarrollo no pueden comprar nuevos, entonces varias caridades intentan reusarlos.
Muchos proveedores de salud no reciben de vuelta miembros artificiales, entonces varias otras caridades están intentando reusarlos. Un grupo, basado en Nashville, EUA, recicla prótesis viejos para países en desarrollo como Ghana.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.