Luego de 98 años de haber levantado el vuelo, Mexicana de Aviación cesó operaciones el 28 de agosto de 2010 para someterse días después a concurso mercantil, ante la falta de liquidez por adeudos que superaban los 15 mil millones de pesos, carga contractual y los efectos de la crisis económica mundial de 2008 y del brote de influenza A H1N1 sobre el tráfico de pasajeros.
Desde ese año, la aerolínea buscó inversionistas, para lo cual el entonces juez rector, Felipe Consuelo, decretó diversas prórrogas al concurso mercantil, hasta que se pronunció en favor de Med Atlántica, encabezada por Christian Cadenas.
En enero de 2011, PC Capital entregó a las autoridades un listado de inversionistas que capitalizarían con 200 millones de dólares a Mexicana para iniciar operaciones en febrero, pero el grupo de capital privado y banca de inversión no acreditó los recursos y en marzo Tenedora K reemprendió la búsqueda de un nuevo inversionista.
En los seis meses posteriores a la salida de PC Capital, nuevos grupos anunciaron su interés por participar, como Altus Prot, TG Group, Avanza Capital, Med Atlántica e Iván Barona, aunque ninguno concretó la adquisición de la compañía.
El 9 de junio de ese año, TG Group salió de la puja, pero dado que al parecer presentó documentación falsa, el concurso mercantil entró a una supuesta fase final con solo dos grupos de inversionistas, Iván Barona y Altus Prot.
Un mes más tarde, Grupo Avanza Capital exhibió ante el conciliador y administrador de Mexicana una garantía bancaria por 300 millones de dólares y el 8 septiembre del año pasado, el juez Consuelo Soto, encargado en ese momento del concurso mercantil, fijó un nuevo plazo para el rescate y aclaró que de no darse una resolución pronta ésta sería declarada en quiebra.
El 9 de noviembre de 2011, el juez rector evaluó una segunda prórroga para la aerolínea, a unos días de concluir el plazo que ya había estipulado tras el reinicio del cómputo del período de conciliación.
Sin embargo, con el incumplimiento del grupo de inversionistas, Mexicana de Aviación terminó la participación de Iván Barona, así como de su fondeador Mikhael Shamis, pues no encontraron las condiciones requeridas para presentar el dinero propuesto para la reestructura.
El 12 de diciembre de 2011, Mexicana de Aviación contó con la documentación que amparaba activos tangibles e intangibles localizados en Estados Unidos y pertenecientes a la empresa, lo que dio nuevos bríos al proceso.
El conciliador Gerardo Badín dijo que la empresa recibía ingresos mensuales de la base de mantenimiento (MRO), recintos fiscalizados y de cuentas por cobrar, por lo que para financiar su operación sólo bastaría la inversión de 250 millones de dólares.
Entonces estimó que los recursos serían suficientes para resolver obligaciones como los pagos al IMSS, Infonavit, refacciones de aeronaves y nóminas de alrededor de 700 empleados.
Para el 17 de enero de 2012, la Comisión Permanente del Congreso de la Unión propuso que el gobierno federal otorgara una carta de crédito por 300 millones de dólares para reiniciar las operaciones de Mexicana.
En tanto, el juez Consuelo Soto confirmó el 31 de enero que el grupo Med Atlántica contaba con los 300 millones de dólares en un fideicomiso para capitalizar a la empresa.
El 24 de febrero, Consuelo Soto anunció que Med Atlántica demostró la solvencia y condiciones para quedarse con las operaciones de la aerolínea, por lo que el siguiente paso era suscribir el convenio con lo acreedores para emitir el certificado de operador aéreo.
Sin embargo, el 8 de marzo, Tenedora K informó que no se había realizado la transmisión del control accionario de Mexicana de Aviación y empresas relacionadas.
El 21 de marzo, el Banco Nacional de Comercio Exterior (Bancomext) acotó que no participaba en negociación alguna que tuviera como propósito una posible participación en sociedad con Mexicana, relacionada con los nueve aviones que mantiene como resultado del crédito otorgado en 2009 a la aerolínea.
La banca de desarrollo reiteró su posición de que las aeronaves que garantizan el financiamiento pudieran venderse a arrendadoras internacionales o a la propia Mexicana una vez que sea capitalizada.
El resto de 2012 significó para Mexicana nuevos plazos, supuestos inversionistas y el cambio del juez del concurso mercantil ante la falta de resultados en el proceso.
Con la nueva administración federal, el titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), Gerardo Ruiz Esparza, dejó en claro que el gobierno no rescatará a Mexicana de Aviación ni a ninguna otra aerolínea con problemas financieros.
Previo a lo anterior, la nueva juez rectora del concurso mercantil de Mexicana, Edith Alarcón, negó a Iván Barona y BF International Mining Traders la ampliación del plazo estipulado para presentar los recursos necesarios.
A finales de 2012, la juez dispuso de un nuevo plazo de 45 días hábiles para comprobar hasta 300 millones de dólares, necesarios para que la línea aérea haga frente a sus deudas y opere nuevamente.
Pero como Iván Barona no acreditó los 100 millones de dólares, perdió su carácter de único y potencial inversionista, por lo que ahora quien demuestre contar con los recursos necesarios se quedará con la aerolínea o de lo contrario se podría declarar la quiebra.
A horas de que venciera el nuevo plazo, el dirigente del Sindicato Nacional de Trabajadores de Transportes, Transformación, Aviación, Servicios y Similares, Miguel Ángel Yúdico, dijo que Grupo Fides Gestión Financiera, por conducto de su representante Francisco Campuzano, presentó de nuevo documentos en los que garantizó contar con los recursos necesarios para Mexicana de Aviación.
En ese momento, el secretario general de la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación (ASSA), Ricardo del Valle, dio a conocer que trabajadores de la empresa prepararían emplazamientos a huelga ante el posible anuncio de quiebra de Mexicana de Aviación por parte de Edith Alarcón.
Hacia 2013 se propuso la creación de un fideicomiso en favor de los trabajadores de la aerolínea, quienes pidieron a la Juez rectora una nueva prórroga para capitalizar, por lo pronto, a la base de mantenimiento MRO de Mexicana.
Y es hasta enero de 2014 cuando el conciliador Badín anuncia el acuerdo para capitalizar a Mexicana MRO, que aceptan los principales acreedores: Bancomext, Banorte y el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
Así, este viernes 4 de abril de 2014, la juez rectora del concurso mercantil de Mexicana de Aviación, Edith Alarcón, declara la quiebra de la aerolínea y de sus filiales Link y Click, tras poco más de tres años de estar bajo esta figura y en busca de inversionistas que le permitirían reanudar operaciones.
Notimex