La fotógrafa rusa Irina Popova ha provocado olas de controversia con Another family (Otra familia), una serie de fotos en las que capturó la vida de la pequeña Anfisa junto a sus padres adictos a las drogas quienes viven en San Petersburgo.
“Quizás suene raro, pero mi intención era hablar de las posibilidades del amor en los márgenes de la sociedad, y esperaba aportar algo más de entendimiento, construir un puente entre personas y llamar la atención sobre el hecho de que educar a un niño no es una tarea sencilla”, asegura la fotógrafa.
Lilya y Pasha son unos padres punks cuya casa está frecuentemente llena de invitados ocasionales y su vida tiene un ritmo caótico. Sin embargo, se aman y tratan de cuidar a su pequeña hija adecuadamente.