Como si los tornados convecionales no fueran suficiente, a veces el aire toma fuerza en círculos arrastrando consigo tierra, polvo e incluso fuego, si FUEGO.
Los tornados de fuego no están asociados a tormentas eléctricas ni son tan grandes y fuertes como los tornados normales. Sin embargo no son considerados un fenómeno raro, estos se desenvuelven normalmente en el área donde está el fuego y un anillo de aire lo envuelve nutriéndolo con oxígeno fresco que provoca que se arme un remolino de llamas. Regularmente miden cerca de un metro de ancho aunque se han registrado algunos de hasta diez metros de diámetro.
De simple vista podrían parecer inofensivos pero pueden llegar a ser unos genocidas. En 1923 en Japón hubo un terremoto de 8.2 grados en la escala de Richter, lo cual provocó un tsunami justo después que arrasó con la costa, esto trajo consigo fuertes vientos que dieron fuerza a un incendio que desencadenó un tornado de fuego que mató a 44,000 personas que lucharon por sus vidas.