Tras observar el desarrollo de hermanos que fueron alimentados de forma diferente durante la infancia, un estudio publicado en la revista Social Science & Medicine señala que los beneficios de la lactancia materna se han exagerado.
Según la Organización Mundial de la Salud “la lactancia materna es la forma ideal de aportar a los niños pequeños los nutrientes que necesitan para un crecimiento y desarrollo saludables.”
La OMS recomienda el calostro (la leche amarillenta y espesa que se produce al final del embarazo) como el alimento perfecto para el recién nacido, y recomienda la lactancia exclusivamente materna durante los primeros 6 meses de vida. Después debe complementarse con otros alimentos hasta los dos años.
El estudio liderado por Cynthia Colen, profesora adjunta de la Universidad Estatal de Ohio, señala que otras investigaciones similares sólo observan los efectos de la lactancia sobre los niños en sus primeros años de vida, sin embargo, éste observó a más de 8 mil niños de entre 4 y 14 años de los cuales el 25 por ciento se encontraban en “parejas de hermanos discordantes”, es decir, uno fue alimentado con fórmula y el otro fue alimentado con leche materna.
A continuación, el estudio midió los resultados de los hermanos incluyendo el Índice de Masa Corporal, la obesidad, el asma, diferentes medidas de inteligencia, la hiperactividad, y la fijación de los padres.
Cuando se compararon a niños de diferentes familias, los niños que fueron amamantados obtuvieron mejores resultados que los niños que no fueron amamantados. Pero, como señala Colen, las madres que amamantan a sus hijos tienden a ser más ricas y mejor educadas.
Cuando los niños alimentados de manera diferente dentro de la misma familia fueron comparados -hermanos discordantes pares- no se apreció ninguna diferencia estadísticamente significativa en ninguna de las medidas, a excepción de asma. Los niños que fueron amamantados tenían un riesgo más alto para el asma que los niños que bebieron fórmula.
En conclusión, este estudio sugiere que, como medida de salud pública, la inversión en la promoción de la lactancia materna, en términos de la disminución de las tasas de enfermedades tales como la obesidad y el asma, no es tan rentable como pensamos. Si los gobiernos están preocupados por la salud infantil y el bienestar, tal vez deberían abordar algunos de los factores asociados al consumo de fórmula, como la pobreza, la educación de baja calidad, la falta de guarderías accesibles y las licencias parentales remuneradas.
Mientras tanto en México
El miércoles 14 de mayo, el Gobierno del Distrito Federal encabezado por Miguel Ángel Mancera, lanzó una campaña que tendrá un costo total de 14 millones de pesos para promover la lactancia materna titulada “No le des la espalda, dale pecho”.
En respuesta, este viernes, se presentó una queja ante la Comisión de Derechos Humanos del DF (CDHDF) contra la campaña.
La queja tiene nueve páginas cuyos cinco puntos principales son:
- La información debe apegarse a los Derechos Humanos y debe estar libre de estereotipos sexistas.
- Excluye las diversas realidades que viven las madres, padres y menores mexicanos
- Reduce un problema social multicausal, las dificultades para amamantar, exclusivamente a la decisión de la madre
- Refuerza el estereotipo de que la madre es la única responsable de la crianza de su hija
- La lactancia materna es un derecho no una obligación, el Estado debe informar de los derechos de la ciudadanía y como los puede ejercer. Y ponen como ejemplo que informen sobre las instancias a las que pueden acudir las mujeres que enfrenten hostilidades laborales por amamantar o cómo los hombres pueden dar leche materna a sus hijos.
Pese a las observaciones, de acuerdo con el secretario de salud del Distrito Federal, Armando Ahued, habrá una segunda etapa con más materiales y videos que se lanzará la próxima semana, e incluso, habrá también una tercera.