No asumas que los shampoos económicos funcionan igual
Mientras más barato el shampoo, más ingredientes se usan de relleno. No uses shampoos si contienen sulfatos o parabenos ya que estos dañan tu cabello.
Deja de bañarte con agua caliente
Si usas agua muy caliente y con mucha frecuencia puedes secar e irritar tu piel. Trata de usar agua tibia y enjuágate con agua fría para cerrar los poros.
No apliques el shampoo directamente sobre tu cabeza
En vez intenta tallar el shampoo en tus manos con un poco de agua para hacer espuma primero. Será más fácil de distribuir parejamente en tu cabello y te ahorrará dinero en shampoo.
No laves tu cabello con tanta frecuencia
Todos somos diferentes, pero aquellos que lavan su cabello todos los días terminarán removiendo sus aceites naturales. Trata de lavar tu cabello dos o tres veces a la semana por un mes para ver si no notas una gran diferencia.
Shampoo en la raíz, acondicionador en las puntas
Procura que tu cuero cabelludo es lo que estás limpiando meticulosamente con el shampoo y deja que el acondicionador haga lo suyo en las puntas.
No te exfolies con tanta intensidad ni frecuencia
En realidad puedes dañar tu piel, así que procura que te talles ligeramente a la vez que refrescas tu piel.
No te enjuagues completamente el acondicionador
Al enjuagar el acondicionador completamente estás eliminando todos los beneficios que brinda para tu cabello. Cuando enjuagues tu cuero cabelludo, procura que sólo tus raíces queden bien limpios.
Procura no dejar el rastrillo donde se moje
La humedad es perfecta para que proliferen las bacterias, así que procura mantener el rastrillo en un lugar seco y ventilado.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.