En nuestra sociedad actual, por alguna razón permanecer virgen por mucho tiempo te vuelve una rareza antes los ojos de los demás.
Si sale al tema, la gente siempre quiere saber por qué y por lo general esperan alguna respuesta orientada con la religión, de lo contrario, te ven como algo fuera de lo común.
No tiene nada de malo si conservas la viriginidad por cualquier razón. Aquí te contamos la historia de algunas personas que no la perdieron hasta después de mediados de sus veintes:
“Nunca me tuve que haberme preocupado tanto”
“Tenía 30 años. No fue por razones religiosas ni por convicción ni nada por el estilo, simplemente nunca había salido con alguien de manera tan seria como que me sienta cómoda como para vulnerabilizarme así.
“No me molestaba, necesariamente, pero sí sentía pena a veces por el estigma del concepto de la virginidad.
“Antes de tener sexo, quise ser transparente con mi actual novio por mi falta de experiencia. Confiaba suficiente en él, además sabía que sería obvio. Nunca me hizo sentir mal ni avergonzada por ello y en retrospectiva, nunca tuve que haberme preocupado tanto por todos esos años siendo virgen.” – Lilly.
“Sentía como si fuera raro o diferente”
“No había perdido la virginidad hasta un mes antes de cumplir 26. Hasta ese momento no me sentí listo por completo. Hasta teniendo esto en mente, no puedo ni contar la cantidad de veces que me sentía raro o diferente ante los ojos de los demás.
“En este mundo, ir contra la corriente nunca es fácil y esto tiene que cambiar en algún momento. Como resultado por la presión social, esperar a tener sexo más tarde en la vida no es muy común, especialmente con la forma que glorificamos .
“Fue espontáneo, así que lo discutimos en el momento y fue algo positivo. Sentí un enorme alivio y ahora me siento más cómodo.” –Todd.
“Simplemente no sucedió, estaba ocupada”
“Casi tenía 25 años cuando estuve en una relación comprometida por primera vez y subsecuentemente, la primera vez que tuve sexo. Crecí en una familia evangélica en los tiempos de “el amor espera.”
“Todo con lo que fui criada enfatiza mucho en que el sexo era algo sucio que no deberías de buscar, especialmente si eras mujer. Yo tenía 19 y ni siquiera había besado ni salido con alguien.
“Desde entonces, ha sido un proceso de desaprender todo con lo que fui criada sobre el sexo. A los 20, realmente no tenía problemas con la idea de salir con alguien, pero simplemente no sucedió, estaba ocupada. Me mudaba mucho por trabajos e internados durante y después de la carrera.
“Siempre fui más enfocada en el trabajo, los amigos y los pasatiempos como para que fuera mi prioridad. Eventualmente, a los 24 decidí que quería intentar eso de las salidas, bajé Bumble y conocí a un tipo. Salimos por seis semanas antes de acostarnos y como a la tercera semana le había dicho que jamás había tenido sexo antes, pero que no era un gran problema para mi. Tuvimos sexo, no fue la gran cosa.” –Susanna.
“Sabía lo que quería hacer y lo que me hicieran”
“Mi primera vez fue el resultado de querer acabar con eso de una buena vez. Tenía 23 años y recientemente me habían roto el corazón. Antes de eso, mi primer encuentro casi sexual fue a los 19 en una situación no consensual de la cual logré salirme, lo cual podría ser la causa de mi ansiedad sobre el tema.
“La vez que perdí mi virginidad estaba lista y tuvimos sexo en el sillón de mi mamá y no fue ni poquito romántico, aunque quizá él creyó que sí. Mi cerebro no se apagaba y no paraba de pensar “ya no eres virgen” y “no dejes que sepa que esta es tu primera vez.” Me convencí de proyectar confianza. ¿Fue increíble? No. ¿Fue una desilusión? Realmente no.
“Creo que lo que más disfruté fue que era buena para el sexo. Tener 23 años y estar frustrada sexualmente, leía y escribía y miraba cosas pornográficas y sabía qué quería hacer y qué quería que me hicieran a mi.
“El tipo resultó ser un patán, pero por un año tuvimos sexo de todo tipo y aunque no haya sido mi persona favorita, me sentía seguro practicando mis cosas sexuales con él. No estoy segura por qué sentía tanta pena por ser virgen cuando no me parece algo malo en otros. La sociedad te juzga por andar teniendo sexo con quien quieras o por no tener sexo, así que sentí que no había forma de ganar.” –Vanessa.
“Cambió mi perspectiva”
“Creciendo siempre tuve la mentalidad de conservarme hasta el matrimonio. Fue una decisión personal que tomé por mi cuenta, no fue algo que me inculcó mi familia. Sólo por lo que había aprendido y visto en la vida, sentí que era la decisión correcta.
“La religión tenía que ver, pero no en gran parte. Tuve esta mentalidad hasta la universidad y hasta los 24. Hasta estas alturas no había tenido una relación ni salido con alguien. Así que empezar una relación con alguien que no creía en esperar hasta el matrimonio para tener sexo cambió mi perspectiva y terminé cambiando mis opiniones sobre “mi primera vez.”
“Para mi no fue algo que tomaba a la ligera y no algo con lo que me sentía cómodo confrontando. Para mi la espera valió la pena, porque fue con alguien con quien en el momento me importaba mucho. Creo que esto lo hizo más especial sabiendo que tomé la decisión y esperé a sentirme realmente preparado.” –Kyle.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.