Mentalmente sientes que estás listo para meterte entre las sábanas con tu pareja, pero a la mera hora no te sientes muy inspirado. Si esto pasa ocasionalmente, no pasa nada, pero si te está pasando con frecuencia, algo podría estar mal, ya sea piscológica o fisionlógicamente.

Estos son algunos de los factores que podrían estar perjudicando tu líbido:

Se te está haciendo tripa

No sólo es una cosa mental, subir de peso puede tener efectos fisiológicos también. Hombres con barrigas grandes suelen tener niveles más bajos de testosterona. Pero tratar esto con un tratamiento hormonal no suele ayudar.

Habla con tu doctor sobre maneras naturales de subir tus niveles de testosterona, pero en estos casos lo más efectivo sería hacer ejercicio y bajar de peso.

Estás siempre a oscuras

En un estudio donde analizaron a hombres que fueron diagnosticados con bajo líbido, los sentaron frente a unas cajas de luz todos los días por dos semanas. Los resultados mostraron que aquellos que recibieron una dosis de luz que imitaba la luz del sol tenían un incremento en su deseo sexual comparado con aquellos que sólo recibieron una fracción de esta luz.

Esto se cree que es debido a que la luz causa que produzcas hormonas luteinizantes que aumentan tus niveles de testosterona.

Tomas ciertos medicamentos

Los medicamentos pueden ser necesarios para tratar algo que tengas, pero también pueden matar tu líbido. Lo importante es hablar con tu doctor sin pena. Tu doctor debería de conocer los efectos secundarios que sientes cuando estás tomando un medicamento que te recetaron, sin importar qué sea.

Como muchos medicamentos comunes pueden causar una disminución en tu líbido, definitivamente la mejor solución sería hablar con tu doctor.

Tus niveles de cortisol están elevados

Cortisol es la hormona que te ayuda a manejar el estrés, pero cuando siempre están elevados sus niveles en tu organismo, tu cuerpo puede agotarse muy rápido. El cortisol tiene un papel importante en tu sistema inmunológico, regulando el azúcar de tu sangre y mantiene fija la presión sanguínea.

Pero cuando operas con máximos niveles de cortisol, todo se afecta. Tu sueño será perjudicado, almacenarás la grasa con mayor facilidad, estarás ansioso, aumenta la inflamación sistémica y podrías desarrollar un problema de tiroides. Y cualquiera de estos factores pueden afectar tu líbido.

La solución: trabaja en manejar el estrés con ejercicio como de respiración, dormir más temprano y comer más sano. Encuentra algo que te guste hacer y hazlo todos los días, esto hasta podría incluir el sexo.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.