Aparte de los alimentos que obviamente van cargados de sal, hay otros alimentos que aumentan tu consumo de sodio sin que lo sepas. El sodio lo encuentras en casi todo, especialmente en la sal ya que es conformada por 40% de sodio.

Es bueno saber que por lo general, cualquier alimento procesado o hecho por el hombre seguramente contiene sal en altas cantidades.

Y aunque haya mucho debate al respecto, consumir la sal en exceso se cree que puede afectar tu presión sanguínea, por ejemplo. Otro efectos secundarios que sí sabemos con seguridad que se presentan cuando consumes la sal en exceso incluyen el hinchamiento y la retención de líquidos.

Lo recomendado es no consumir más de 2,300 mg de sodio al día, pero la mayoría se pasa muchísimo de este límite. Así que cuando estés comprando tu comida, fijate en la etiqueta. Si contiene menos de 5% se considera bajo en sodio mientras que lo que sea que se encuentre alrededor de 20% o arriba es considerado una fuente alta en sodio.

Aquí hay 5 señales de que estás consumiendo demasiada sal:

Tienes mucha sed

El sodio tiene un papel importante en el equilibrio de fluidos de nuestros cuerpos. El sodio en la sal ayuda a mantener fluidos dentro de nuestras células. Cuando tienes sed, tu cuerpo te está diciendo que no hay suficiente agua para soportar la cantidad de sodio en tu sistema, envía una señal a tu cerebro para beber.

Estas siempre hinchada

Los almuerzos salados suelen causar hinchamiento. Cuando hay demasiado sodio en tu sangre, el agua deja las células, causando hinchamiento, especialmente en la zona de la panza. También notarás hinchamiento en los dedos y los pies después de un almuerzo particularmente salado.

Te duele la cabeza

Si te ha dolido la cabeza sin razón aparente, piensa en lo último que comiste. Demasiada sal puede causar que los vasos sanguíneos en el cerebro se expandan, lo cual resulta en dolor de cabeza.

A tu comida le falta sabor

Consumir sal en exceso puede debilitar tus papilas gustativas, así que tu comida será menos deliciosa con el tiempo. Mientras más sal comes, más buscas esa respuesta en la boca. Si expones tus papilas gustativas tanto a la sal, entras en un ciclo vicioso donde nada te sabe bien sin más sal.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.