heart

Unos días atrás platicaba con un amiga, quien ahora se encuentra en un tipo de relación en el que jamás pensó estar, y no es porque sea mala, me atrevo a decir desde mi perspectiva que en realidad es bastante buena, sólo algo diferente a lo habitual…

Ella conoció a su actual chico en su trabajo, al poco tiempo hicieron química y se volvieron los mejores amigos; sin embargo, para ese entonces ella vivía con su pareja, y a él le gustaban los hombres.

Comenzaron a salir juntos, viajar a otros países, y tomar clases de baile. Al mismo tiempo ella y su ex finalizaron.

A grandes rasgos fue así como se dieron cuenta de que sus sentimientos superaban los de la amistad. No obstante, las cosas no fueron tan fáciles, y gran parte de esa responsabilidad la tenemos nosotros como sociedad.

Porque a pesar de que es bueno que exista la pluralidad, las ideas que están en contra de las nuestras pueden hacernos dudar, especialmente si vienen de personas cercanas, como la familia y amigos.

Y es que seamos sinceros, no creo que exista ningún ser capaz de ignorar el 100% de las opiniones de quienes le rodean.

Por fortuna, ellos pudieron superar los prejuicios, hacer a un lado los estereotipos, y darse cuenta de que su relación tiene el ingrediente necesario para seguir adelante, el amor.

Esa expresión que en todas sus formas debería ser respetada. Quienes juzgan a la gente con distintas preferencias, quienes discriminan por cuestiones étnicas, por condición social o por motivos religiosos, carecen del mejor sentimiento que podemos brindar y recibir. Amor es amor, no hay más.