El artista plástico mexicano, Carlos Torio, destacó la importancia que tienen los artistas inmigrantes para las culturas de los países de acogida porque los ayudan a concebirse de una forma distinta.
Al participar en un encuentro en Casa de América, señaló que, en cualquier caso, es un proceso continuo de influencia mutua, entre los migrantes y las sociedades a las que llegan a instalarse.
El también periodista afirmó que migramos para cambiar. En mi caso por ejemplo, yo ya había tenido contacto con las artes plásticas antes de estudiar periodismo. Entonces quise retomar ese camino que la migración me permitió”.
“Migrar es llevar alguna cosa también. Es portarse a uno mismo. El migrante debe tener una actitud activa, ver todo lo que se encuentra a su alrededor porque hay que aprovechar aquello que antes nos parecía monótono”, expresó.
Se trata, dijo, de ver de distinta forma esas cosas que antes creíamos iguales. Migrar es absorber lo que se ve. Sólo de esa forma aprovechamos al máximo la cultura del país en el que vamos a estar”.
Torio también subrayó que migrar afecta la forma de hacer cultura, ya que cada país se concibe a sí mismo de una forma determinada y que es gracias a los inmigrantes que a veces una cultura puede descubrir o ver cosas que antes no podían ver, pues un artista que venga de fuera lo comprende mejor gracias a esa lejanía cultural.
“El contexto también afecta la creación artística. Te pones a observar, descubres materiales, inconscientemente caes en el uso de un lenguaje que te inspira a pensar en el mundo en el que estás. Conforme pasa el tiempo te das cuenta de eso. El caso más claro es el de Picasso”, dijo.
No obstante, señaló que el arte puede ser universal dejando atrás ideologías y conceptos culturales que encasillan a los artistas dentro de un estereotipo de producción artística.
“Esto es, un mexicano o un brasileño no está condenado a hacer arte mexicano o brasileño respectivamente, por ejemplo”, agregó.
Madrid, 26 Jun (Notimex).