Una de las cosas que más nos ha afectado de esta pandemia ha sido el aislamiento, el no poder ver a la familia y amigos, no poder salir a pasear o de viaje. Sin embargo, también es una de las mejores lecciones que nos ha dejado el covid.

Al no poder estar rodeados de gente la mayoría del tiempo o no tener mil cosas que llenen nuestros días, nos ha tocado convivir con nosotros mismos. Al parecer las cosas no volverán a la normalidad pronto, no podemos seguir con una mala actitud, solo hablando de lo que extrañamos hacer o lo que vamos a hacer cuando todo pase. Ojo, no estamos diciendo que está mal sentirnos nostálgicos o hacer planes a futuro, cada quien maneja esta crisis a su manera y todos tenemos malos ratos. Lo que estamos recomendando es buscar las cosas positivas, intentar ver el vaso medio lleno. Entre estas cosas positivas está nuestra convivencia con nosotros mismos; hoy nos podemos conocer a fondo y tenemos el tiempo de trabajar en nuestra persona.

Aquí te dejamos algunas recomendaciones que te ayudarán a aprender a estar contigo.

Conócete

Antes tal vez no tenías el tiempo de realmente conocerte. Te conocías sólo en la superficie, hoy tienes el tiempo de sentarte y saber quién eres a fondo, lo que te gusta o no y lo que quieres en esta vida, puedes valorar tus sueños, ver como has cambiado con el tiempo, tus mayores virtudes y más grandes defectos, las pequeñas cosas que te hacen tú. Tómate tu tiempo, hazte las preguntas difíciles, esas que estabas evadiendo. Reconocerte a ti mismo las cosas que te duelen, las que te han lastimado y tenías bloqueadas. Cuando las tengas identificadas, trabaja en ellas. También es muy importante que encuentres las cosas que te hacen feliz, los pasatiempos que te llenan y lo que te motiva a seguir adelante.

Cáete bien

Ya que te conociste, que sabes exactamente quién eres, es sumamente importante que te caigas bien. Eres la única persona con la que siempre vas a tener que convivir, a la que no puedes evitar. En momentos como los que estamos viviendo ahora, tienes que saber estar contigo, sin necesitar que nadie te distraiga. Por eso encuentra la forma de llevarte bien, si hay cosas de tí que no te gustan, cámbialas, nada es imposible y nunca es muy tarde. Asegúrate de ser una persona con la que te gustaría estar atrapado en una isla. Diviértete contigo, encuentra en tí cosas que te interesan y te hacen interesante, aprende a reírte de tí y contigo.

Quiérete

Ahora ya te caes bien, pero a veces hay personas que nos caen bien y no las queremos. Por eso tienes que buscar en tí cariño, llegar a ser esa persona que se ve al espejo y sonríe porque le encanta lo que está viendo. No minimices tus cualidades, explótalas. Busca en tu físico las cosas que te gustan, si hay algunas que no, encuentra maneras sanas de cambiarlas, pero nunca dejes que esas hagan que te quieras ni un poquito menos. Date cuenta que eres hermos@ y especial a tu manera y ámate.

Valórate

Valorarse va de la mano de quererse, pero la pusimos separada porque hay momentos en los que nos queremos, pero no nos damos nuestro valor. Ya te quieres que es un gran paso, ahora clávate en la cabeza que a esa persona: maravillosa, hermosa, especial, divertida, no la merece cualquiera y no se la vas a regalar a alguien que no parece saber lo que tiene en sus manos. Ya sea una pareja, familia, amigos o desconocidos, no dejes que nadie te haga sentir menos, hoy ya sabes lo que vales y es mucho, no dejes que nadie te pase por encima.

Aprende a bailar sol@

Ya hiciste el trabajo, cuando decimos aprende a bailar sol@, es una metáfora, no tiene que ser el baile, es que aprendas a hacer las cosas sol@, hacerlas por tí, sin que nadie te dé la mano, sin que te tengan que acompañar, sin que te “saquen a bailar”. No necesitas que nadie te diga que lo puedes hacer, porque tú ya crees en tí y sobretodo ya sabes disfrutar tus momentos contigo.

Esperamos que esto te ayude a pasarla bien contigo mismo en estos tiempos de covid y aislamiento, aprendiendo a bailar sol@ y que sea una lección que llego por la cuarentena, pero no se va a ir por nada.

Escrito y publicado por Pastora Vélez