El desayuno es considerado la comida más importante del día, lo cual no es de extrañar, pues después de pasar aproximadamente 8 horas durmiendo, es necesario consumir alimentos que garanticen el adecuado suministro de energía para realizar las tareas cotidianas.
Según algunos estudios, las personas que desayunan adecuadamente hasta las 8:30 de la mañana casi no tienen necesidad de comer dulce en la noche. Esto es porque cuando nos alimentamos bien, garantizamos las necesidades de abastecimiento del cerebro, sobre todo en la región responsable de la saciedad.
Por otro lado, si las reservas de nutrientes son bajas para empezar el día, los músculos y el cerebro no contarán con la energía necesaria y es probable que la productividad se vea afectada durante el día: el razonamiento es lento, hay problemas de memoria y concentración, irritabilidad, o falta de voluntad en las actividades físicas.
Finalmente, recordemos que es un error salir de casa con el estómago vacío, pensando que eso ayudará a bajar de peso. Todo lo contrario. Cuando dejamos de alimentarnos durante mucho tiempo nuestro cuerpo guarda la grasa (para sobrevivir) y degrada la masa magra (músculos) para enfrentar la falta de energía. Es decir, hay un riesgo de subir de peso.
¿Cómo desayunar correctamente?
El desayuno debe contener carbohidratos integrales (que proporcionan energía al cuerpo gradualmente y mantienen la saciedad por más tiempo), una fuente de proteína para preservar los músculos y fruta. También vale la pena incluir fitoquímicos – presentes en la linaza, chía y en los frutos secos, para hacer la comida más sana y deliciosa.
¿Quieres saber dónde encontrar estos nutrientes? Mira:
–Carbohidratos integrales: avena, quinoa, mix de cereales sin azúcar, granola endulzada con miel o azúcar mascabada, pan francés integral, pan o galletas integrales y tapioca.
– Proteínas: leche, quesos bajos en grasa (cottage o requesón), yogur, huevos (revueltos, cocidos u omelette) y tofu. La mantequilla y el queso servirán como complementos, por lo que deben ser consumidos con moderación.
– Frutas: De preferencia naturales, no en almíbar, ya sea enteras, en forma de jugo, o en ensalada.
Recuerda: al igual que en las otras comidas, es importante variar la mayor cantidad de alimentos para asegurar la ingesta de diversos nutrientes, lo que garantiza el buen funcionamiento del cuerpo.
¿Qué debes evitar?
Cereales azucarados, galletas, panes rellenos, alimentos fritos, embutidos, salchichas, pizza de la noche anterior, refrescos, pastel. El café no está prohibido pero se debe consumir con moderación y con una cantidad reducida de azúcar.